Halloween: Etapa 2

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La reina del baile

Un mal hábito de Izuku era que se criticaba severamente o se insultaba demasiado. Intelectualmente, sabía que no debería hacer esto. Sabía que no era de gran ayuda para él estar mal consigo mismo todo el tiempo. Le gustaba pensar que tenía buenas cualidades en las que debería concentrarse más, porque a la gente en realidad le gustaba para variar. Eso tenía que significar algo. Incluso si una parte de su cerebro seguía diciéndole que era solo porque realmente no lo conocían, hizo todo lo posible por ignorar esa parte y concentrarse en los aspectos positivos.

Sabía que no era un completo idiota. Podría haber tenido sus dudas, pero estaba seguro de que tenía un mínimo de inteligencia. La gente seguía mencionándolo, así que debe haber algo de verdad en eso.

Habiendo dicho eso, dada su situación actual, ¿realmente podría ser culpado por llamarse a sí mismo un idiota absoluto?

En serio, ¿saltar directamente en el aire y luego aterrizar en otro lugar de este bosque aparentemente interminable, separado del resto del grupo? Prácticamente podía escuchar a Emiya-sensei en su oído diciéndole lo estúpido que era ese movimiento y cómo prácticamente garantizaba que algo malo le pasaría en cualquier momento. Seguro, hasta ahora no había ninguna prueba de que lo que sea que estaba en el bosque fuera realmente peligroso, más allá de darle el susto de su vida. Aun así, eso tenía que implicar que podían ser peligrosos, ¿no?

¡No, el verdadero problema en este momento era que no tenía idea de dónde estaba! Le dio crédito a la idea de que este bosque estaba maldito o encantado de alguna manera, pero estaba más oscuro en esta parte que donde había estado antes, ¡y alucinó cómo eso era posible! ¡Estaba tan oscuro en esta parte del bosque que ni siquiera podía ver sus propios pies en el suelo! ¡¿Cómo se esperaba que alguien pasara por aquí?!

Levantó la cabeza para tratar de ver si había alguna fuente de luz que pudiera usar como faro para guiarlo hacia afuera. Sin embargo, de alguna manera, ya sea desde el frente, la parte posterior o por encima de su cabeza, no había nada remotamente cerca de una fuente de luz para encontrar. Cómo estos árboles viejos y podridos pudieron bloquear la luna y las estrellas de manera tan efectiva no tenía ningún sentido, lo que solo daba crédito a la idea de que el bosque realmente estaba maldito de alguna manera. Si todos los fantasmas flotando alrededor no fueran suficiente pista, siempre que no fueran ilusiones de algún tipo.

Izuku se apoyaba en uno de dichos árboles para apoyarse, y principalmente para tener una mejor idea de dónde estaba, aunque no ayudó mucho. Bien podría estar con los ojos vendados en este momento con lo completamente perdido que estaba. No solo no podía ver nada, sino que no estaba seguro de poder escuchar a Mash y Kiyohime en ese momento. Intentó llamarlos, pero por alguna razón no recibió respuesta. Incluso trató de usar sus Circuitos Mágicos alrededor de su garganta para proyectar más su voz, pero fue en vano. No podía escuchar sus voces en absoluto, aunque se imaginó que estarían gritando por él tanto como él. Por supuesto, intentar contactar a Chaldea tampoco arrojó resultados, ya que esa opción nunca pareció funcionar cuando más se la necesitaba.

En este punto, parecía que la única posibilidad viable de llegar a un lugar seguro sería intentar escapar por el borde del bosque de todos modos. No importaba si eso solo lo llevó de regreso a la aldea o lo llevó al castillo, siempre y cuando estuviera en algún lugar que pudiera ver de nuevo. Si cargaba sus circuitos y se escapaba, tarde o temprano saldría.

Lo que podría haber hecho antes y evitar todo esto. O eso o él podría haber convocado a un Servant que podría haberlos volado sobre el bosque y haberles ahorrado muchos problemas. Por supuesto que no pensó en eso, porque como había dicho Emiya, no pensó mucho en absoluto.

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