GudaGuda: Acto 3

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Un predicamento potencialmente político

“¡Y ahora estamos en la playa!”

De hecho, el grupo se había mudado del páramo a la playa, las orillas arenosas y los sonidos de las olas ayudaban a crear un ambiente de paz. Incluso si su situación actual fuera cualquier cosa menos pacífica.

“Bueno, al menos esto se siente más apropiado para Kioto…” comentó Okita desde el lado de Nobunaga después de hacer ese anuncio. "Aunque todavía espero ver barcos piratas navegando en cualquier segundo ahora..."

"¿Podemos centrarnos en lo que tenemos que enfrentar actualmente y no en este tema de nuevo?" Mash preguntó, un poco de tensión en su voz mientras gesticulaba frente a ellos.

Con lo que tenían que lidiar específicamente era algo que la mayoría de la gente vería como una situación relativamente sencilla. Por su lado, el cuarteto estaba ansiosamente alineado en fila, su colección de Mini-Nobus detrás de ellos, todos listos para pelear. En el lado opuesto estaban sus potenciales adversarios, igualmente alineados y listos para un conflicto, junto con sus tropas de Mini-Nobus.

En el centro estaba Emiya, algo que definitivamente inquietó un poco a Izuku, que no parecía tan desconcertado por su presencia, probablemente debido a que no era Chaldea Emiya. A su derecha estaba la versión azul de Cu Chulainn vestido con spandex, que parecía aburrido de su mente solo parado allí, golpeando impacientemente su pie en la arena. A la izquierda de Emiya estaba la versión adulta de Medea, quien parecía querer estar en cualquier otro lugar menos allí en ese momento.

"¿Entonces como hacemos esto?" Emiya cuestionó, mientras otro Mini-Nobu plateado se paraba obedientemente en su hombro.

"Er... acabamos de intentar una batalla simulada con el último grupo... pero tengo la sensación de que no estás interesado en eso...?" Mash intentó ofrecer.

"De ninguna manera." Cu Chulainn refutó con un tono molesto. “¡No vine aquí para sentarme al margen y ver pelear a otras personas! ¡Quiero entrar en esto!"

“Veo que no has cambiado en absoluto…” comentó Emiya con un tono ligeramente desdeñoso.

“Para ser un héroe supuestamente grandioso, estás realmente sediento de sangre”. Medea intervino, mucho más desdeñosamente que Emiya. "¿Es realmente tan horrible para ti considerar una resolución más pacífica de un conflicto antes de recurrir a la lucha?"

"¿Me veo como el tipo pacífico para ti?" Cu Chulainn cuestionó. “¡¿De quién fue la brillante idea de convertirme en un daimyo de todas las cosas?! ¡No soy alguien que pueda dirigir una nación entera! ¡Tengo que meterme en el meollo yo mismo!

“Bueno, entiendo que me pongan en el papel equivocado…” gruñó Medea, claramente molesta también. “¿Por qué demonios me eligieron para ser parte de esto en primer lugar? ¡No sé nada sobre cómo se supone que funciona el gobierno japonés! Si esto fuera solo una Guerra del Grial ordinaria, las cosas serían mucho más simples, pero no, ¡tenemos que hacer esta extraña cosa de apoderarnos del territorio!

“Y ni siquiera estamos siguiendo realmente esa regla en primer lugar…” murmuró Nobunaga, ganándose un rápido golpe en el brazo por parte de Okita.

"¡Toda esta Singularidad es un desastre para empezar!" Medea siguió despotricando. “¿Ninguno de ustedes lo siente en absoluto? ¡Se siente como si un montón de energía mágica reuniera a Frankenstein para crear este revoltijo de ubicación!

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