Invocación: Altera

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El flagelo de Dios

El Diario de Midoriya Izuku

He hablado antes sobre los monstruos y lo que realmente los hace, pero estaba hablando de los míticos que se contaron en las historias durante generaciones. Los que la mayoría de la gente nunca consideró "reales", lo que puede hacer que sea más fácil darles una segunda oportunidad o verlos desde una perspectiva diferente.

Es un poco diferente cuando el monstruo todavía se recuerda principalmente como humano. En ese punto, lleva la pregunta de cómo uno podría interactuar con ellos. Incluso más que con un monstruo mítico, saber que esta persona existió y cometió horribles atrocidades puede invitar a la pregunta de qué harías realmente cuando la conocieras. Que les dirías? ¿Por qué querrías hablar con ellos en primer lugar? ¿Cómo manejarías la forma en que te respondieran?

De acuerdo, esto generalmente se convierte en una conversación de "¿por qué no los matarías simplemente por lo horribles que eran?", pero estoy divagando.

Sasaki-san se ha integrado bastante bien con Chaldea, aunque no sin algunas dificultades. Martha prácticamente se niega a estar en la misma habitación con él ahora, y él todavía no parece entender por qué. Realmente no puedo decir si es realmente un ignorante o si solo está tratando de enemistarse un poco más con la gente. Sea lo que sea, espero que se resuelva lo suficientemente pronto, pero de alguna manera dudo que lo sea.

No creo que esté completamente inconsciente. Tal vez estoy sobreestimando mis habilidades de observación, pero siento que puedo darme cuenta cuando alguien es realmente incapaz de entender algo.

Aunque tal vez eso es solo porque tengo a alguien con quien puedo compararme fácilmente.

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Por lo general, cuando Izuku realizaba un ritual de invocación, venía con un sentimiento particular para señalar la llegada del Servant. No solo los escombros físicos que acompañaron su llegada, sino algo que permaneció en su mente que no podía expresar con palabras. Quizás estaba relacionado con esa comprensión innata de que estaba parado frente a un ser que técnicamente no estaba "vivo" o que era de otro mundo de alguna manera.

En relación con eso, algunas llegadas fueron anunciadas por una sensación particularmente fuerte . El tipo de sentimiento que derribaría a alguien si no estuviera preparado para ello. Esto generalmente venía con aquellos que eran de ascendencia divina, o tenían cantidades tan increíbles de energía mágica que era imposible pasar por alto.

Entonces, cuando el géiser de maná repentinamente estalló en un arcoíris de luces brillantes, Izuku pensó que estaba preparado para quien estaba a punto de llegar. Solo había otro Sirviente que había aparecido en esa micro-Singularidad, por lo que estaba seguro de qué esperar. Incluso con las luces cegadoras, pensó que tenía una idea bastante clara de lo que se avecinaba. Eso cambió rápidamente cuando de repente se enfrentó a una presencia abrumadora .

No era como cuando estaba cerca de alguien como Heracles o Medusa, donde uno podía decir que no eran completamente humanos, pero uno podía adaptarse a su presencia con el tiempo. Esto fue inicialmente algo completamente diferente. No era solo que esta figura no fuera mortal o tuviera algún ADN divino en ellos. No, esta presencia se sentía tan extraña y tan ajena que el cabello de Izuku se puso de punta. Como si pudiera sentir que a quienquiera que perteneciera esta presencia, no estaba relacionado con nada que se originara en este planeta.

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