Comienzo a sonreír al escuchar la voz frustrada de Dorothy al teléfono. Imagino que está haciendo muecas de disgusto y eso me hace reír un poco.
—Dante, estoy afuera de tu casa, pero el guardia no me deja entrar. De verdad, ¿cada cuánto cambian de guardián? A este no lo vi hace una semana. —Una risa sale de mi garganta y escucho un bufido frustrado de Dorothy.
Lo cierto es que la he invitado a que venga a mi hogar pues mi padre se ha ido a un viaje de negocios y mi madre estuvo de acuerdo en que mi novia pasara la tarde conmigo en casa.
—Espera, yo iré a abrirte la puerta. Aguarda un momento. —Escucho la respiración de Dorothy y cuelgo el teléfono.
Lo cierto es que no he comentado esto aún, pero a pesar de que somos ricos y tenemos la posibilidad de tener mucho personal en casa, el carácter terrible de mi padre lo hace imposible. Lo máximo que aguanta una persona con nosotros los Collins es un mes. Así que siempre nos tenemos que acostumbrar a caras nuevas, por eso hemos preferido no encariñarnos con nadie, al final de todo no sabemos cuándo se irán.
Pero dejando esto de lado camino hasta la entrada principal de la casa y efectivamente veo el auto de Dorothy estacionada al frente. Ella lleva sus gafas de sol, aunque mientras me acerco mi novia coloca la cabeza en el volante.
—Oye Mike, es mi novia, deberías dejarla pasar. —Le comento al guardia en la puerta. Aunque al oír mi voz él se sobresalta un poco y me mira asustado, él sabe que si ocurre algún problema será despedido. Pero lo mejor de todo es que mi padre no está aquí.
—Disculpe joven Collins, es que su padre me ha dicho que nadie ajeno a la familia puede entrar —anuncia mientras me mira con sus penetrantes ojos verdes. Lo cierto es que este hombre impone mucho respeto, es alto y bastante fornido. De un golpe llevaría a dormir a cualquiera.
—Vamos, él no se enterará Mike, además mi madre lo ha autorizado. Te prometo que no es alguna especie de asesina, es buena chica. Y si ocurre algún problema yo me hago responsable. —Después de todo siempre me hago responsable de los problemas que le ocurran a mi padre.
Aunque un poco dudoso Mike abre la puerta para que Dorothy pueda ingresar al lugar. Sin duda que al verla entrar no puedo dejar de sonreír, se ve tan linda con ese pañuelo en la cabeza.
—Gracias Mike —sale de mis labios antes de que siga mi camino hasta el auto de mi novia y le regale un beso en la mejilla.
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|2 0 : 1 7| ¿Hasta cuándo?
Teen FictionUna hora, un mensaje y una chica. Tic Tac, Tic Tac... "Sal a tu azotea, apaga las luces de tu casa y busca la estación 20.17 a las 20:17, dicen que esa es la hora de las almas abatidas, pero esta noche será sólo nuestra. Y dime, ¿hasta cuándo?" El t...