La Conquista. [TERMINADA]

38. Planes. (Parte 2)

#JuevesDeConquista ! Feliz navidad y no se olviden de seguirme en mis redes sociales para contenido extra y adelantos:)

disfruten este capítulo ! (si es que hay ALGO para disfrutar)

MACKENZIE.

—¿Qué tal? —me pregunta Chris apenas pongo un pie afuera de la habitación de Sawyer. Subo la cabeza, y sin dudas tengo escrito "estuve llorando" por todo el rostro.

Respiro hondo y me alzo de hombros, sin saber qué decir. "¿Qué tal?" Todo está excelentemente mal, eso es que tal.

Antes de que pueda decir otra cosa, Miranda se acerca a nosotros. Su cabello, que en la fiesta estaba perfectamente acomodado para mostrar sus rizos, está atado en un moño y algunos mechones se escapan de este.

Me imagino que esto no es lo que tenía en mente cuando decidió acompañar a su novio a pasar las fiestas con su familia.

—¿Cómo estás? —me pregunta, acercándose e ignorando olímpicamente a Chris que frunce el ceño por no ser el centro de atención.

Carraspeo.

—Uhm, pregunta tonta para hacer. ¿Quieres... Ehm, que te acompañe a casa o que te haga compañía? —inquiere. La preocupación que destellan sus ojos parece genuina. Miranda es una buena chica. Tal vez en un futuro podamos ser amigas.

—Estaba pensando en que tengo que ir a buscar mi auto de casa de mi madre —explico—. Y luego voy a volver al campus.

Chris decide intervenir y con una mano sobre mi hombro, me obliga a voltear para enfrentarlo.

—Es Navidad, no puedes volver —empieza.

Frunzo el ceño.

—Christopher, esto no es una película. Que sea Navidad es mi preocupación más pequeña en estos momentos —explico, sonando cansada. Detesto que mi tono de voz se haya reducido a esto los últimos días. Estar tan agotada mentalmente que físicamente es lo mismo.

Entrecierra sus ojos, como si quisiera pelearme pero está evaluando si vale la pena porque estoy tan decida que nada va a convencerme que me quede en esta ciudad. Su tiempo para responder es cortado por el torbellino que se acerca a nosotros.

El sonido de sus botas es tan familiar que no me sorprende mirar sobre mi hombro y encontrar a Jenna. Esta vez no tiene ningún café consigo, lo cual juega a mi favor pero la mirada que tiene en su rostro podría matarme.

—¿Podemos... No hacer esto? —bufo cuando está a mi frente. Chris y Miranda están tensos y alertas, como si esperaran que puños y cachetadas empezaran a volar en cualquier instante.

—Vamos a hacer esto —sisea—. Tenemos que hablar.

—¿No debería ser yo la que dice eso? —le pregunto. El cansancio empezando a borrarse y el enojo tomando el mando de la situación. Mi sangre empieza a calentarse y sé que esto no son buenas noticias. Ni para mi, ni para Jenna.

—¿Te crees graciosa? ¿Cuando casi matas a mi hermano? —inquiere de brazos cruzados.

Mi respiración se entrecorta cuando escucho eso.

Es triste que ya no haya rastro de mi mejor amiga en su rostro. Sus ojos verdes, el mismo tono que Sawyer solo que más oscuro, están opacos de la ira y luce como si no hubiera dormido hace tiempo-

—Woah, woah —interviene Chris colocándose entre las dos—. Jenna, es mejor que te vayas.

—No voy a irme. Es mi hermano el que está en esa cama —pelea. A pesar de su tono duro y la manera en la que quiere asesinarme, debajo de todo eso, veo a la chica que está asustada por casi haber perdido a su hermano. Que está triste y arrepentida por haber destruido la relación que tiene con él. Sawyer es muchas cosas, pero siempre fue un excelente hermano mayor, y Jenna apenas está empezando a verlo ahora.