La Conquista. [TERMINADA]

4. Jenna no sabe decir que no.

La tensión entre Sawyer y Mackenzie me dan ganas de ahogarme. Lean ustedes y dense cuenta. xoxo

→Capítulo editado (07/04/22)

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Siempre supe que Jenna sabe sobre hockey.

Solo que no a qué punto, hasta ahora.

De cierto modo, en mi cabeza solo venía para no defraudar a Sawyer y para ver a jugadores lindos.

Aunque tiene su lógica que sea fan del deporte. Su hermano juega hockey desde que sabe caminar, y su padre fue jugador en su tiempo.

—¡¿Viste al número 33?! —exclama totalmente indignada—. ¡Juega sucio, deberían sacarlo!

Muerdo el interior de mi mejilla para no reírme.

—Todos juegan sucio, Jenna —respondo y entrecierro mis ojos para ver mejor y encontrar a Sawyer. Es el numero 17, pero entre la marea de camisetas rojas, es complicado identificarlo... Hasta que me doy cuenta de que es la bala veloz que estuvo deslizándose por todo el partido y casi anota dos goles.

—Sawyer es bueno —murmuro sorprendida, más para mis adentros pero Jenna logra escucharlo.

—¡Es el mejor! —exclama y asiente con su cabeza frenéticamente—. Sin él, no hubiéramos ganado el torneo nacional el año pasado.

Cierto.

El primer periodo se termina y empieza el intervalo de cinco minutos. Jenna bufa frustrada porque el partido sigue 0 iguales. Estamos jugando contra Yale y tienen fama de ser muy buenos. Aunque aparentemente, también nosotros.

Vuelvo a sentarme y detengo la mirada en el equipo reunido en la cabina desde donde el entrenador observa todo. Es imposible oír lo que dicen por el ruido del estadio, pero puedo ver a la perfección como Sawyer se quita el casco y empieza a gritar. Está discutiendo con algunos de sus compañeros y luce enojado. Su rostro está rojo por el calor —a pesar de que los rumores son ciertos y este estadio parece un cubo de hielo—, y las venas de su cuello se marcan ligeramente cuando eleva la voz.

Arqueo una ceja intrigada. Nunca vi a Sawyer tan enojado antes. Y extrañamente me encuentro atraída por ese aspecto. Y ahora me pregunto, ¿de verdad le presté atención alguna vez?

—¿Qué está haciendo Jordyn aquí? —masculla Jenna.

Sacudo la cabeza levemente y dejo de espiar donde no me llaman. En cambio, sigo la mirada de mi mejor amiga hasta unos asientos más a la derecha del estadio, donde está Jordyn y su grupo de amigas.

—Supongo que le gusta el deporte —contesto con humor. Ambas sabemos perfectamente qué hace aquí.

—Ahg.

—Jenna, toda la universidad está aquí —señalo. No es la gran cosa que esté. Me sorprendería más si no estuviera.

—Puedo soportar que Sawyer se la este tirando. No me interesa. ¿Pero que empiece a aparecer en sus partidos? No es su novia —concluye Jenna enojada.

La conozco demasiado bien. Tanto que puedo identificar que no está celosa porque Jenna nunca fue de esas hermanas sobreprotectoras. El problema es más personal. Su problema es Jordyn.

—O es fan del deporte —me alzo de hombros.

—No lo sé —resopla y se acomoda la bufanda rosa que lleva puesta—. Confío que mi hermano sigue perdidamente enamorado de ti y no llevará las cosas muy lejos con Jordyn. Ahhh, deberías darle una oportunidad, así me saco a esa estúpida de encima.