La Conquista. [TERMINADA]

3. La resaca Sawyer.

→Capítulo editado. (05/04/22)

MACKENZIE.

Claramente, bebo más de la cuenta.

Mucho más de lo que acostumbro.

Lo sé porque me conozco, y sé que el suelo nunca se movió tanto como ahora. No reconozco la razón exacta que me hizo armarme de una adrenalina que no sentía hace meses y agarrar la primera botella de alcohol que vi cerca.

Primero fue un vaso. Lo bebí lento. Y luego fueron dos... Y tres más. A la cuarta perdí la cuenta.

Si bien me cuesta "reconocer" la razón, una parte de mi... Esa parte que entierro siempre y nunca dejo mostrar, sabe gracias a qué estoy así. Tiene nombre y apellido. Sawyer Evans.

Sawyer y sus estúpidos ojos verdes, su estúpida sonrisa irresistible, su estúpido cabello, sus tentadores labios... Pero estúpidos también. Ahg. El alcohol hace que conectar mis pensamientos sea difícil.

Casi nos besamos y la peor parte que es que no iba a frenarlo si es que me devolvía el beso. Iba a escalar su cuerpo hasta aterrizar a horcajadas y besarlo con aún más ansías. Arrugo mi nariz y frunzo el ceño al darme cuenta lo que acabo de pensar.

¿Qué demonios, Mackenzie? Exacto. ¿Qué demonios, Mackenzie?

Mi subconsciente parece tener unas palabras para mi: Tienes novio. No puedes estar fantaseando sobre cómo se sentirán los labios de Sawyer sobre los tuyos. Ni cómo se sentiría tu cuerpo contra el suyo. No puedes.

Pero Jordyn... Jordyn que luce como una modelo sacada de un catalogo de revista, ella sí puede. Oh, ella puede y genera una mala sensación en mi estómago que detesto.

¿Y ahora qué? ¿Se supone que me gusta Sawyer?

No, no me gusta.

Primero, porque no es la clase de chico que me gusta. Sawyer es señorito popularidad, jugador estrella del equipo, miembro de fraternidad y la clase de chico que piensa que con una sonrisa arrogante podrá tenerte comiendo de la palma de tu mano. Lo peor es que no se equivoca, tiene un club de fans listas para saltar cuando él diga.

Es exasperante.

Suspiro.

Y también es considerado. Es buen hermano. Es muy bueno con su familia. No es tan arrogante como lo pinto ser.

Sawyer no me gusta. Aunque debo admitir: Me gusta su atención. ¿Eso me vuelve una perra? ¿Creo que sí? Me gusta cuando busca mi mirada, cuando quiere toparse conmigo "accidentalmente" en el campus y cuando se burla de mis ridículos pijamas de patitos. Por lo general, no estoy cerca de su ambiente. No voy a sus partidos, no estoy en sus fiestas. Y verlo diferente me causa... Hace que mi estómago se revuelva.

Así que, para finalizar, esa es la razón por la que estoy bebiendo. Porque hace una hora Sawyer y Jordyn subieron a su habitación, y porque hace una hora y media, casi lo beso. Mis labios chocaron los suyos y yo... ¿Cómo empiezo a describir eso sin que mi cabeza haga un cortocircuito?

Necesito volver mis pensamientos menos pesados, y qué mejor que el alcohol para eso.

—Mack, creo que estás rozando tu límite —empieza Marcus a mi lado. Me atrapa por la cintura cuando tengo planeado ir a dar una vuelta en busca de Jenna. La vi por última vez con Jay, su "es complicado". Ya es momento que bebamos chupitos.

—¿Ah sí? ¿Cuál es mi límite? —inquiero. Volteo a enfrentarlo y le dedico una sonrisa. Me acerco a besar su mejilla.

Es cuando recuerdo algo. Nunca dejaría a Marcus por Sawyer. Y eso es lo que marca la gigante diferencia.