La Conquista. [TERMINADA]

44. No te gusta, ¿verdad?

Hola!! Me demore en actualizar porque tenía que planear en mi cabeza lo que va a pasar para llegar a donde quiero llegar en mi cabeza. Se entiende? En fin, dejo de molestar. Disfrutenn su capítulo!

No se olviden de votar y comentar que me ayudan un montón, GRACIAS!

MACKENZIE.

—¿Qué huele tan bien? —susurro en un suspiro mientras mis pies caminan guiados por el olor a comida en la cocina.

Me detengo en la puerta y no puedo evitar la sonrisa que se forma en mi rostro. Sawyer está de espaldas mientras cocina el desayuno. No lleva camisa porque puse una regla de que no puede usar una mientras esté conmigo. Los shorts deportivos que tiene encima se acentúan a su trasero ligeramente y quiero reír. Se sostiene de una sola pierna porque no puede hacer presión en su pierna rota pero lo hace lucir como si fuera lo más fácil del universo.

¿Quién hubiera dicho que las espaldas pueden ser tan atractivas?

No ignoro la música que sale del parlante en una esquina de la cocina. Sawyer está tatareando una canción de Panic At The Disco. ¿Esto es el cielo?

Me acerco aprovechando que la música está lo suficientemente fuerte para que no me escuche y paso mis brazos por su cuerpo, apoyando mi rostro en su espalda. Sawyer se sobresalta en su lugar a lo que me río y paso a abrazarlo a un costado.

—Jesús, mujer. ¿Quieres matarme? —inquiere sin aliento y sacude su cabeza.

—¿Qué esperabas? —le pregunto al poner mis ojos en blanco. Me inclino para ver que está cocinando pancakes. Creo que estoy babeando. Tengo mucha hambre.

—Que estés durmiendo. Iba a llevarte el desayuno —explica, a lo que mi corazón se derrite un poco más.

—Si quieres, puedo pretender que estoy durmiendo —bromeo.

—Ah, no —niega con la cabeza—. Ahora tienes que ayudar. Puedes cortar esa fruta. —señala la mesada a su lado.

Me pongo de puntitas para besar su mejilla. Sin embargo, Sawyer es rápido y el beso aterriza en sus labios. Sonríe como si fuese un niño que acaba de robar galletas. Arqueo mis cejas pero continuo el beso, porque nunca tendré suficiente de Sawyer. Sus manos se detienen en mi cintura y me pega a su cuerpo. El beso se vuelve pesado y me tiene suspirando por dentro. Sus manos se deslizan por mi trasero hasta mis muslos.

Suelto un chillido que se atrapa en su boca cuando me sube a la mesada fría de la cocina.

Sawyer sonríe juguetón antes de ponerse entre mis piernas y besarme con más intensidad. Mis manos bajan hasta su estómago duro, las yemas de mis dedos tocando su piel. Podría morir en sus brazos ahora mismo y me iría feliz.

Mis besos empiezan a bajar por su mandíbula hasta su cuello cuando empiezo a oler algo extraño.

Es algo quemándose.

Empujo a Sawyer, olvidándome de su bota y se tambalea pero lo sostengo rápidamente.

—No te caigas —siseo.

—No me empujes —contesta.

—Los pancakes se están quemando —le digo. Sawyer abre sus ojos como platos y gira, apurándose para quitar los pancakes quemados. Me río cuando se quema un dedo por apurarse. Voltea solo para mirarme mal antes de seguir su tarea.

Salto de la mesada y ayudo a Sawyer con el desayuno por más que ya sea hora del almuerzo.

Anoche nuestros invitados se fueron tarde. Demasiado tarde y borrachos. Todos menos Alec que era el conductor designado y se encargó de llevar a todos a sus casas. Hubo pelea, obviamente. Jordyn no quería subirse en el mismo auto que Chris pero lograron negociar que Cole se sentaría en el medio.