35. Un instante.

60.2K 4.3K 2.6K
                                    

#LunesDeConquista :) Buen inicio de semana!!!


MACKENZIE.

Es un alivio que la Range Rover blanca siga estacionada en el mismo lugar. Sabía que Quinn no iba a dejarme. Intento quitar las lágrimas de mi rostro porque no quiero que se preocupe. Ya está haciendo un montón por mi y soy una carga más que no necesita. ¿Pero cómo no llorar?

Las palabras de Sawyer siguen repitiéndose en mi cabeza. Cada vez que aparecen en mi cabeza siento como mi corazón estrujarse.

¿Cómo no lo vi antes?

Intentar no llorar es una misión fallida cuando abro la puerta trasera de la camioneta. Quinn está sentada atrás. Apenas me escucha, sube su cabeza de su celular, dejándolo olvidado en el suelo. Reese baja la música, si mi cabeza no está jugando conmigo, estaban escuchando una canción de Britney Spears. Me gustaría poder reírme, pero lo único que sale de mi boca son más sollozos.

—¿Qué pasó? —es la primera pregunta que dispara Quinn.

La miro a los ojos. ¿Cómo tengo que explicarle que acabo de enterarme de que mi relación fue toda una mentira? ¿Que él chico que amo no me ama por lo que realmente soy?

No puedo.

Así que simplemente niego con la cabeza. Quinn es muy perceptiva cuando se trata de estas cosas y me envuelve en un abrazo que no sabía que necesitaba hasta que mi cabeza está apoyada en su hombro.

Reese sale del lugar donde estaban estacionados y arranca. No soy capaz de mirar cuando pasamos por la camioneta de Sawyer.

—Voy a matarlo —sisea Quinn en un tono asesino mientras pasa una mano por mi espalda.

—No —consigo decir.

—¿Vas a seguir defendiéndolo, Mackenzie? —espeta ella—. La primera vez lo entendí, pero, ¿ahora? De ninguna manera.

Las palabras no salen de mi boca cuando quiero responderle. No es culpa de Sawyer. No realmente. Todo lo que me dijo esta noche fue terriblemente aterrador porque con cada palabra que salía de su boca, mi corazón se rompía más y más. Aún así, su intención nunca fue dañarme. Técnicamente todo es culpa de su adicción y de cómo lidió con todo ello. Pero ahora, cuando estoy llorando y tan destruida, es difícil separar a Sawyer y a su problema.

Y si hablamos de culpa, fui yo en no darme cuenta de esto y dejarme enamorar del cuento de hadas más irreal que existe. Una parte de mí sabía que era demasiado bueno para ser verdad.

¿Siquiera conocí a Sawyer? ¿O conocí a esta versión que él mismo se forzó a ser para "merecerme"?

Mis sollozos se ahogan en el hombro de Quinn.

Estoy arruinando su viaje.

Se supone que tengo que estar en casa de los Evans, abrazada a mi novio y riéndome con mi mejor amiga, pensando en regalos de Navidad y haciendo todas las cosas estúpidas que Jenna y yo siempre hacíamos para Navidad. Se supone que Quinn tiene que conocer a Sawyer como yo lo conocí, que van a reírse y llevarse bien.

No esto.

Apenas registro cuando estamos en el estacionamiento del edificio. Solo sé que no quiero soltar a Quinn, que no quiero enfrentar el mundo real. Por poco me río ante la ironía. Mi mundo real fue destruido porque estaba tan ocupada viviendo una farsa para ver la realidad. Jenna, Sawyer, mis padres. ¿Qué más no estoy viendo?

—Mack, Reese va a cargarte —me dice Quinn antes de que un brazo pase por debajo de mis rodillas y otro por mi espalda. No tengo que abrir mis ojos para saber que es el amigo de Quinn.

La Conquista. [TERMINADA]Where stories live. Discover now