La Conquista. [TERMINADA]

9. El famoso Jack Henderson (parte 2)

mi recomendación es que relean jejeje

MACKENZIE.

—¿Quieres hablar? —inquiere Sawyer con cara de pocos amigos. No muchas veces lo he visto enojado, es algo nuevo y extraño. Quien sea este chico, logra sacarlo de sus casillas. Ahora me intriga aún más—. Afuera, ahora.

Jack no responde algo ingenioso y burlón como pensé que haría. En vez de eso, asiente y sigue a Sawyer hacía afuera de la pizzeria. ¿Qué se supone que es esto?

Volteo hacia Alec, dandome cuenta que me quedé junto al primo de mi ex novio. Aclaro mi garganta y me siento a su frente en la cabina que eligió.

—¿Quién es? —le pregunto. Echo un vistazo hacia la puerta de cristal, en espera de ver algún signo de ellos. Nada.

—¿Ese? Se llama Jack Henderson —explica Alec y resopla—. Un imbécil monumental. Juega en Boston Collage.

—¿Y por qué Sawyer lo odia tanto?

—¿Cuando dije que Sawyer lo odia? —inquiere Alec. Abre el menú del restaurante y pretende hojearlo. Yo, que soy algo así como una experta en analizar personas, rápidamente me doy cuenta de que lo hace para disimular su incomodidad.

—No lo dijiste, pero lo puedo notar a kilómetros de distancia. No creo que sea simple odio de rivales. No a esta escala.

—Mira, Sherlock —empieza Alec. Sube la mirada—. Si quieres respuestas, pregúntale a Sawyer. Yo sólo sé que se odian.

—Eres su mejor amigo, por supuesto que sabes más —contesto recargando mi espalda hacia atrás.

—Sí, lo sé. Solo que realmente no soy nadie para contarte ese lado de la historia de mi amigo. Ahora, ¿qué quieres comer?

Gira el menú para que pueda leerlo. Me resigno con las preguntas, porque esta claro que no voy a sacarle ninguna respuesta a Alec. Su lealtad es fuerte como el hierro.

Para cuando Sawyer vuelve, ya han pasado diez minutos. Vuelve solo, por suerte. Se sienta a mi lado, por lo que tengo que correrme de lugar.

Intercambia miradas secretas con Alec. Es como si estuviesen teniendo una conversación con sus ojos. Y no planean decirme nada.

—Problema resulto —declara Sawyer—. ¿Listos para ordenar?

Alec asiente y llama al mesero.

No puedo evitar sentirme incómoda durante la cena. No es por Alec, es más, descubrí que es un chico sumamente amigable y fácil de hablar. Tampoco es por la cena, porque mi pizza era una delicia. Pero sí fue porque me sentía como una extraña. Alec y Sawyer se encargaron de sutilmente hacerme sentir como una completa desconocida. Es claro que no tengo idea alguna sobre lo que sucede entre Sawyer y ese tal Jack, pero desde que Sawyer volvió a la mesa lo noto incómodo. Se desconcentra con facilidad y es como si ni siquiera estuviese aquí. Ahora sí me da curiosidad saber qué demonios hay entre ellos.

Por estas razones, la cena termina rápido. Pagamos rápido, después de haber divido la cuenta en tres. Alec vino con su auto, así que se despide de nosotros afuera, diciéndole a Sawyer que lo verá en la casa. Nos separamos. No digo ni una palabra.

Ahora me siento extraña. Porque realmente, no conozco a Sawyer tanto como pensé hacerlo. Y ahora estamos envueltos en esta burbuja tan delicada que se siente como amor fugaz. Ni siquiera amor. Es complicado de explicar.

—¿Tienes otro lugar en mente o prefieres que te lleve a la residencia? — inquiere Sawyer una vez que gira la llave para encender el motor. Enredo mis dedos sobre mi regazo. Carraspeo.