La Conquista. [TERMINADA]

20. No todo es lo que parece (parte 2)

SAWYER.

—Se nos hace tarde —le digo a Chris al mismo tiempo que agarro las llaves de la camioneta.

—No. Estamos a tiempo —me corrige.

—Tenemos que pasar por un helado, así que si quieres que te lleve, nos vamos ahora —le recuerdo.

—Cierto —chasquea su lengua—. El año que viene traigo un auto. Esto de ser tu mascota no es todo un sueño.

Suelto una carcajada.

—Te encanta.

Sin decir más, agarramos nuestros bolsos listos y salimos de la fraternidad. Saludamos a Alec, que más tarde irá a la Arena. Creo que la mayoría de los chicos irá esta noche para apoyarnos. Es un partido importante, y con un rival pesado. Como jugador, sé que las cartas no van a jugarnos a favor pero como capitán tengo que asegurarme de que el equipo crea que sí.

—Me empieza a gustar la tradición del helado de chocolate, ¿sabes? Le agarré cariño —repone cuando estamos de camino a la heladería más cercana. Chris sube el volumen de la música.

—Es como si estuviera jugando sin el pedazo de tela que tienes en la muñeca —le digo cuando freno en una luz roja. Mis ojos bailan hacia el retazo de tela verde que Chris siempre carga a los partidos. Desconozco la historia de fondo, pero debe ser importante.

—Lo mio es más peligroso. El helado de chocolate no se irá a ningún lado. Yo podría perder esta cosa.

—¿Quién te la dio?

Chris se ríe.

—Buen intento, pero no vamos a tener esa conversación ahora.

Me alzo de hombros y no digo nada más. Entiendo más que nadie el no querer hablar sobre este tipo de cosas. Cambiamos de tema rápidamente. Pasamos por la heladería más cercana al campus. Chris me hace comprarle un helado y cuando ambos estamos comiendo adentro, suelta una bomba.

—Tendrás una sorpresa en el partido —canturrea como niño que no puede evitar decirle a sus padres que les compró un regalo.

Entrecierro mis ojos. En mi cabeza, pienso en el equipo. En Cole, Jay y el resto que quizás tienen algún plan que estoy seguro, no va a gustarme.

—¿Qué sorpresa?

—No, cap. No voy a ser el que la arruine. Ya verás —sentencia.

Intento presionarlo un poco más, sin éxito. Quiero saber si me estoy dirigiendo directo a una trampa o algo. Tengo control sobre muy pocas cosas en mi vida, y el hockey es una de esas cosas que puedo controlar. Detesto no saber.

Sin embargo, cuando Chris se lo propone, es una tumba.

Finalmente cuando estoy estacionando en la arena, salta de la camioneta y va a buscar nuestros bolsos. Terminamos los helados en el camino.

Chris me pasa mi bolso. Lo cuelgo sobre mi hombro y aprovecho el camino hacia los vestidores para revisar mis mensajes. Uno de mamá, deseandome suerte. El grupo que tengo con Rhett, Beck e Ian con cien mensajes —lo usual— y un par de "ya sabemos que vas a ganar, pero suerte igual". Sí, yo no estaría tan seguro de eso.

Finalmente, uno de Mackenzie, diciendo que vendrá al partido con Jordyn. Jenna no vendrá porque tiene algo, no recuerdo exactamente qué. La idea de que Jordyn y Mackenzie se lleven bien me gusta... Y me preocupa un poco.

El entrenador Wells sale de su oficina justo antes de que Chris y yo entremos a los vestuarios. Nos saluda con un asentimiento. Wells no está taan mal. Es de los mejores entrenadores que tuve en mi vida. El tipo es astuto y sabe mucho. Aunque el día de los partidos, siempre está más tenso y autoritario que lo normal, por ende, mucho más propenso a enojarse si hacemos algo que no le gusta.