La Conquista. [TERMINADA]

24. ¿El amor es juego de a dos? (parte 1)

Hola:) subo la parte 2 mañana así tenemos #LunesDeConquista

SAWYER.

Apenas veo a Jenna salir del edificio donde toma clases junto a su amiga, Clarie, salgo de la camioneta y empiezo a dirigirme a su dirección sin perderla de vista.

Tiro mi taza de café vacía en el primer basurero reciclable que veo. Esta es mi segundo de la mañana. Es una de las pocas adicciones que me dejo tener. Con mi trastorno, la cafeína ayuda y mucho a mantenerme concentrados en días como estos.

Y hoy no es ninguna broma. Tengo clases, entrenamientos y empiezo sesiones de fisioterapia por una lesión en mi pierna gracias al juego pasado. No es grave, pero Wells insistió en que la haga tratar porque no quiere que luego me alcance cuando estemos en los playoffs.

Antes de que tenga chance de escaparse, intercepto a mi hermana cuando planeaba mezclarse entre el resto de los alumnos por el campus. Estoy seguro que ya me vio.

Claire, su amiga a la que nunca le he prestado atención y creo que ni siquiera nos hablábamos una sola vez, me mira sin disimular de pies a cabeza. Debería ofrecerle un balde para toda la saliva que esta por derramar.

Jenna no se sorprende al verme, pero a juzgar por su mirada, no le agrada para nada mi visita.

En una ocasión normal, nunca haría esto en busca de una chance para hablarle. Mi día es bastante agitado de por si para andar persiguiendo a mi hermana menor después de clases. Pero no responde mis mensajes, ni mis llamadas.

—Claire, ¿puedes ir adelantándote? —le pregunta Jenna, escondiendo perfectamente bien su disgusto. Poco poco voy aprendiendo lo mentirosa que puede ser—. Te alcanzo en unos minutos.

Finalmente, su amiga Claire sale de su trance y deja de mirarme con ojitos embobados. Asiente y se aleja de nosotros.

Ahora sí, la cara de disgusto de Jenna sale a relucir con todos su brillo.

—¿Qué quieres, Sawyer? —espeta.

Me cruzo de brazos, de repente sintiéndome que estoy frente a una desconocida y no mi hermana. Jenna y yo siempre nos llevamos bien. Solo resulta que me faltaba conocer una faceta muy importante de ella. Una que tenía muy bien escondida.

Acomoda su cabello castaño y luego se mira las uñas pintadas de rojo con aburrimiento.

—No estas respondiendo mis mensajes. Ni mis llamadas.

—No tengo que hablar contigo —responde y se alza de hombros—. Ya dejé todo en claro.

Niego con la cabeza.

—No puedes hacer esto. No puedes hacerme esto. Sabes todo lo que Mackenzie me importa —suelto y paso una mano por mi cabello desesperado—. No puedo perderla. No por ti.

Jenna arquea una ceja.

—¿Pero qué te importa más, Mackenzie o tu secretito? —inquiere.

Aprieto mi mandíbula, enojado con la situación y preguntándome porque dejé que Jenna se enterará de esto en primer lugar.

Pero fue algo fuera de mi control. Jack le dijo, y quién sabe qué versión. Tendría que haberme esperado algo así de ese imbecil.

Y puede que yo tenga la culpa de que Jack y Jenna se hayan conocido en primer lugar.

—Me importa una mierda lo que te haya dicho Jack —le digo—. No me importa.

Mi hermana sonríe. Sabe que sí me importa. Y mucho.