La Conquista. [TERMINADA]

41. ¿Cuál problema?

No se olviden de votar y comentar, significa un montón♥ #JuevesDeConquista

41 | ¿Cuál problema?

MACKENZIE.

Estoy intentando ver un programa de televisión porque en mi cabeza, tiene sentido que quiera distraerme. Sin embargo, no registro nada de lo que sucede en la pantalla porque mis pensamientos me tienen atrapada. Solo puedo pensar en la consulta con la doctora Pierce, la manera en la que cerré los ojos, esperando... Algo. No sé, una señal de que todo saldrá bien, un alivio pero en vez de eso, recibí otro tipo de noticia que probablemente debería haberme hecho sentir aún mejor.

No estoy embarazada.

Por parte, me alivia. No estoy en condiciones de tener un hijo, semanas atrás tan solo pensar en esto me causaría escalofríos. No tengo la edad, ni el dinero, ni las fuerzas y mi vida está dada vueltas arriba.

Y la otra parte de mi, me causa repulsión por mi misma. No lo entendí apenas pasó, sino mientras estaba en el auto de Cole y recibí un mensaje de Jordyn, diciéndome que pasó a ver a Sawyer y que está bien. Fue cuando lo que estaba pensando, lo que estaba deseando sin darme cuenta, me cayó como agua fría.

Una parte de mí sabía que Sawyer no iba a dejarme si se enteraba, que se haría responsable al cien por cien y haría todo lo posible para que el bebé y yo estemos cómodos, seguros y bien. Los tres estaríamos juntos, porque esta situación es mayor que lo que sea que esté pasando entre nosotros.

Una solución.

Un bebé sería la solución.

Tan solo pensar así me hace odiarme.

Las lágrimas son silenciosas y apenas soy capaz de sentirlas mientras se deslizan por mi rostro. Cole trabaja todas las noches y me dijo que si necesito algo, está a una llamada de distancia pero no quiero molestarlo porque necesita el dinero.

Así que cuando agarro el teléfono, marco el número de Miranda y espero. Espero unos cuantos segundos y su voz me recibe del otro lado.

Hablo con ella y lloro hasta que me promete tantas veces que voy a estar bien que por una noche, le creo.

***

El campus es igual pero me siento tan diferente que por poco siento que estoy caminando en un lugar completamente desconocido. Antes del receso, estaría apresurándome para llegar a clases con un latte de vainilla que Sawyer me compró y pasó a darme antes de sus horas en el gimnasio.

No hay Sawyer, no hay latte de vainilla.

El latte probablemente podría haber sido resuelto pero con el presupuesto que tengo, no es la mejor idea gastar en comprar un café de cuatro dólares cuando puedo preparar uno en casa por más que no tenga el mismo gusto.

Llego a mi primera clase del día con tiempo de sobra. Subo hasta encontrar un lugar en el medio. Apenas me siento, una chica a mi lado me habla.

—Mackenzie, escuché lo que le pasó a Sawyer, ¿está bien? —me pregunta parpadeando con preocupación.

Entrecierro mis ojos. Termino de acomodarme en mi lugar y volteo a mirarla. Reconozco su rostro vagamente, creo que tenemos dos clases juntas además de esta. Su cabello rubio está atado en una coleta. Bajo la vista hasta su muñeca, donde tiene una banda atada con los colores y las iniciales del equipo de hockey de la universidad.

Fan de Sawyer, deduzco.

—Está recuperándose y fuera de peligro —respondo como si fuera una máquina automática y vuelvo la mirada al frente.