La Conquista. [TERMINADA]

49. Te conquisté, ¿verdad?

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49 | Te conquisté, ¿verdad?

MACKENZIE.

Camille se queja de que camino demasiado rápido mientras atravesamos el campus para ir a mi cafetería favorita. No le respondo, y tampoco camino más lento para que me alcance. Es su culpa por haber salido de fiesta y ahora tener resaca. Tendría que haber hecho como yo. Fui a la fiesta pero no bebí tanto.

Aunque en la fiesta de ayer, Camille parecía estar en una misión porque no dejó de beber y de coquetear con chicos, sabiendo perfectamente que Alec se enteraría. Estaba buscando fastidiarlo más porque están peleados.

—Más lento —suplica sin aire mientras le da sorbos a su botella de agua a la que estuvo pegada desde que se levantó esta mañana.

—No, tenemos mucho que hacer —espeto. Repaso mentalmente la lista de cosas que tengo que hacer antes de que Sawyer vuelva oficialmente al campus este sábado a la noche.

—Estás exagerando —suspira ella sonando cansada—. Chris ya está organizando la fiesta, ¿qué tanta bienvenida hay que darle?

—¡Fueron dos meses! —exclamo exasperada mientras empujo la puerta de la cafetería. El tintineo de la campana y el olor a café me reciben, haciéndome sentir como si estuviera en mi segunda casa. Sonrío inconscientemente.

—Dramática. Se ven cada fin de semana —dice mientras hacemos fila. Hace días, Alec y Camille tuvieron una pelea. Fue algo extraño porque ni siquiera están juntos y no son exclusivos, pero consiguieron pelearse. No se hablan, y desde entonces Camille es la patrulla anti amor.

—Sawyer volverá pero no sabe como si podrá seguir jugando, no hasta que termine rehabilitación. Necesita volver con la moral alta —le explico. Ally, la barista que siempre me atiende, sonríe al verme.

—¿Lo mismo de siempre? —me pregunta.

—Y un muffin de arándanos —agrego. Ella asiente, le toma el pedido a Camille y en menos de cinco minutos, estamos saliendo con nuestro desayuno.

—Está bien, moral alta. ¿Qué tenemos que hacer? —inquiere ella mientras la guio hacia mi auto.

—Ir a la fraternidad. Quiero limpiar su habitación, estoy segura de que la usaron para cualquier cosa estos dos meses —sacudo mi cabeza. Dudo que Sawyer haya pensado en ese detalle y no es fácil limpiar con una bota ortopédica.

—¿Sawyer te pidió eso? —frunce el ceño.

—No, me especificó que no lo haga —me alzo de hombros—. Pero, ¿desde cuando le hago caso?

Ella bufa. Entramos al auto y cierro la puerta. El pronóstico y las gigantes nubes negras me dicen que lloverá dentro de poco. Es primavera, por lo que hace calor así que un día de lluvia nos vendrá bien.

Pongo la llave y enciendo el motor. Dejo mi taza descartable humeante en el posavasos y salgo de donde estoy estacionada.

—¿Tendré que ver a Alec? —cuestiona con una ceja alzada.

—Solo si lo cruzamos —digo. Carraspeo. Lo más probable es que nos crucemos a Alec pero no quiero que Camille huya. Tiene que ayudarme. Me debe porque ayer la arrastré de la fiesta hasta su dormitorio. Apenas podía mantenerse de pie. 

—¡Su habitación está al lado!

Oculto una sonrisa mientras acelero por la calle.

—Tal vez sea momento de solucionar las cosas —me alzo de hombros. Camille me ayuda a que coma mi muffin cuando lo acerca a mi boca y le doy un mordisco.