39. Cole al rescate. (Parte 1)

54.6K 4.1K 2.3K
                                    

Primer #LunesDeConquista del año! Que lindo empezar otro año con ustedes.




SAWYER.

—¿Cómo te estás sintiendo? —me pregunta Sandra mientras me trae un nuevo cocktail de pastillas. Algunas son para calmar mi dolor de cabeza, así que las recibo con mucho gusto.

Una vez que las paso con un poco de agua, ella recibe las cosas y me sonríe.

—Mejor —respondo. Pasaron dos días desde que Mackenzie se fue, y en ese tiempo, hice lo que me dijo. Me concentré en ser positivo y mejorarme, pensando en ella y en lo nuestro para no pensar en mi pierna. Ayer hablé con el doctor, me dijo que con fisioterapia tengo seis meses de recuperación, y tal vez pueda volver a jugar la próxima temporada, pero esta ya está perdida. Todo depende de cómo mi cuerpo responda y de mi "positividad". Es un montón de mierda, porque no hay nada positivo.

—Solo unos cuantos días más y podrás irte —me recuerda ella.

Bufo.

—Irme de esta cama para tener que quedarme en otra —murmuro sin ánimos.

Mamá, papá y yo hablamos ayer. Sobre el mejor plan, y lo más seguro es que no vuelva a la universidad por un buen tiempo. Quieren tener un ojo sobre mi y que asista a fisioterapia durante el mayor tiempo que pueda en casa.  Además, mamá y su alma de enfermera me ordenó que tengo que quedarme para que ella pueda cuidarme. Hasta ir al baño es toda una hazaña.

Eso significa que probablemente voy a tener que diferir un semestre.

Eso también significa que estaré lejos de Mackenzie.

—Hola, imbécil —Ian abre la puerta de mi habitación. Trae un globo de helio consigo. Como si necesitara más globos amontonándose en una esquina. Todos los días trae uno nuevo. Quiero pincharlos a todos, porque no es una jodida fiesta pero si hay algo que puedo rescatar es que mis amigos no me dejaron ni un segundo. Ni siquiera Chris, que ahora está quedándose en un hotel para estar cerca. Tiene que volver a pasar año nuevo con su familia pero hasta eso, vive en el hospital por poco.

—Ian —murmuro. En vez de dejar el globo en la esquina, me obliga a abrir la mano para que lo tome como si tuviera cinco años.

—¿Cómo está mi campeón, Sandra? —pregunta él con una sonrisa.

Está intentando ser optimista, lo entiendo, pero no hay nada por qué sonreír.

Quiero golpearlo.

Pero es mi amigo.

Mi amigo que es un grano en el culo pero por lo menos me entretiene. Además, los doctores me dijeron "mientras más positividad, mejor".

—Está a punto de golpearte —respondo.

Sandra niega desaprobatoriamente y le sonríe a Ian.

—Acaba de tomar sus pastillas, así que menos gruñón —le dice y me da una mirada cómplice—. Tengo que irme. Ya sabes, cualquier cosa que necesites o si te sientes mal, presiona el botón. No seas testarudo, Sawyer y hazlo.

—Mhmh —balbuceo. Seguro se refiere al episodio de esta mañana. Mi cabeza dolía tanto que empecé a temblar y a sudar. No presioné el botón, sino que tuvieron que escuchar mis gritos y venir.

—Yo voy a presionar el botón —le promete Ian guiñando un ojo. Sandra asiente y se va.

Una vez que estamos solos, Ian arrastra la silla hasta el borde de mi cama.

—¿Quieres que te lea un cuento? —pregunta después de echarle un vistazo a la habitación.

—No.

La Conquista. [TERMINADA]Where stories live. Discover now