La Conquista. [TERMINADA]

36. Hazle caso a tu cabeza. (parte 1)

Antes de leer:

En este capítulo se va a hacer mención de un capítulo 22-23 de The Same Heartbreaker (segundo libro de la trilogía donde Quinn es la protagonista). Es de cuando conocemos a Mackenzie de 15 años, y Nick, Quinn y Mackenzie van a una fiesta. 

En este capítulo NO HAY SPOILERS de la trilogía, así que tranquilas;)

MACKENZIE.

Mis párpados pesan toneladas cuando intento abrir mis ojos, enviando un dolor punzante directo a mi cabeza. ¿Qué es ese ruido? ¿Y por qué hay tanta luz?

—Se está despertando —anuncia una voz vagamente conocida.

—¿De verdad, Sherlock? No lo noté —espeta Quinn. Es ella. No podría confundir su voz nunca.

—Cálmate, Meyer.

—Nicholas, una palabra más sale de tu boca y voy a golpearte —sisea Quinn en su voz asesina. No existen buenas noticias cuando habla así. Ahora sé que la voz conocida era de él.

Parpadeo varias veces hasta acostumbrarme a la luz de donde sea que esté.

—Estoy intentando ayudar —espeta Nick.

—Ayuda apagando unas cuantas luces. Esta habitación está más iluminada que el Times Square, vas a dejarla ciega —ordena Quinn.

Noto que tira de mi brazo para que me siente. Estoy sobre una cama. Mi cabeza me duele como si alguien me hubiera golpeado y actualmente, la habitación está dando vueltas. Las luces de la habitación del hotel se atenúan.

—Gracias —balbuceo al notar que mejora mi vista—. ¿Qué... Ehm, qué pasó?

Quinn me atrapa en un abrazo asfixiante. Mamá Oso volvió con todo su esplendor.

—Te desmayaste. Nick estaba cerca y te trajo adentro —responde, a lo que mi mente se blanquea un poco. No recuerdo haberme desmayado. Solo que un segundo estaba hablando con Beck y en el otro, todo se volvió negro.

Me doy cuenta de que estoy en mi habitación. Incluso mis cosas están en un costado.

—La pantalla de tu celular se rompió —explica ella extendiendolo. Lo tomo sin pensar en mis manos. La pantalla efectivamente está rota y me quedé sin batería—. ¿Con quién estabas hablando por teléfono?

Es cuando me congelo.

El accidente. La llamada de Beck. Sawyer.

—¿Cuánto tiempo estuve así? —le pregunto, empezando a desesperarme.

—Oh, solo veinte minutos —responde ella. Noto en su rostro que está cansada. Apenas llegamos hace unas horas, en uno de los vuelos más tempranos. No es como si anoche la hubiera dejado dormir mucho—. Un segundo más y te llevaba al hospital.

—Estoy bien —le aseguro, sintiéndome terriblemente culpable.

—Nick me dijo que estabas hablando con alguien por teléfono —explica ella, presionando por respuestas.

Mi mirada se dirige a Nick, el amigo de Quinn. Ahora que tengo más tiempo, puedo verlo mejor. Sus mejillas están ligeramente rojas por el frío, haciendo que sus ojos azules resulten más llamativos. Tiene puesto una sudadera negra y jeans del mismo color. Luce diferente de la última vez que lo vi cuando tenía dieciocho y yo apenas quince.

Asiento.

—Es Sawyer. Tuvo un accidente —me levanto y voy directo a conectar mi celular al cargador que está en mi bolso—. Beck me llamó para avisarme que está en cirugía.