La Conquista. [TERMINADA]

Epílogo.

Bienvenidas al final de los finales.

Recomendación: Pónganse cómodas, tráiganse algo para tomar o para comer porque es SUPER SUPER LARGO.

Quise hacer algo diferente que no hago hace tiempo y es ir poniendo imágenes y videos a lo largo del epílogo para mejorar la experiencia. No sé, me encanta. Disfruten!!

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| E P Í L O G O |

Un año y seis meses después.

SAWYER.

Mis manos tiemblan de los nervios. Nunca en mi vida sentí como si pudiera vomitar por estar tan nervioso. Respiro hondo en un tonto intento para calmarme. No hay nada que logre hacerlo.

Las luces del estadio Rogers en Vancouver, Canadá son deslumbrantes. Hay demasiadas personas. Demasiadas expectativas. Tampoco ayuda.

Mackenzie toma mi mano y por poco salto de mi asiento del susto.

—Evans —captura mi atención con una de sus sonrisas tranquilizadoras—. Respira hondo.

Cierro mis ojos y le hago caso. Cuento hasta cinco antes de volver a abrirlos. Es justo cuando presentan al próximo equipo que anunciará sus próximos jugadores. Martin Brodeur sonríe cuando sube al escenario, las cámaras lo captan y su rostro se puede ver a la perfección en las pantallas. Martin Brodeur es un ex jugador de los New Jersey Devils, jugó 22 temporadas para el equipo desde 1990. El tipo es una leyenda. Tiene tres copas Stanley, cinco títulos de Conferencia y dos medallas de oro olímpicas.

Empieza a hablar y mi cabeza elige el peor momento para desconcentrarme. Sin embargo, las últimas palabras que dice no las pierdo por nada.

—Los New Jersey Devils están orgullosos de seleccionar a Sawyer Evans del programa estadounidense.

Mi mente se blanquea. Parpadeo varias veces. No es hasta que escucho los gritos emocionados de Mackenzie que entiendo lo que está pasando. Los New Jersey Devils, uno de los mejores equipos del país, me eligieron. Voy a jugar para ellos.

Me levanto de mi asiento y atrapo a Mackenzie en mis brazos. Ella besa solo mi mejilla, probablemente sabiendo que todo el país nos está viendo por televisión. Me suelta y mamá es la siguiente en abrazarme, junto a papá, quien tiene lágrimas de felicidad en su rostro.

El estadio entero está aplaudiendo mientras hago mi camino hacia el escenario, donde una de las personas del equipo me entrega una gorra con el logo de los New Jersey Devils y una camiseta. Me tomo dos segundos para admirar la gorra antes de ponérmela y también la camiseta, porque es mandatorio. Martin Brodeur me saluda con un apretón de manos y nos sacamos una foto junto a más personas del equipo. Sigo en una especie de trance.