33. Controlar lo incontrolable.

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#LunesDeConquista :) Tanto tiempoooo!



Dos días después de lo que ahora le llamo la "explosión", sigo refugiada en el penthouse de Quinn, en el último piso de uno de los edificios más altos de la ciudad como si los problemas de abajo no pudieran tocarme.

Sé que no puedo escaparme de mi vida, que en algún momento voy a tener que enfrentar al resto del mundo pero por ahora, no puedo hacerlo.

Estoy sentada sobre mi cama, observando como las llamadas de Jenna entran hasta que la pantalla de mi teléfono vuelve a ponerse en negro porque claramente, no estoy atendiendo. Está llamándome desde la mañana después de la explosión. Nunca la atendí. Según mi celular, tengo 90 llamadas perdidas de ella y unas cuantas más de Sawyer.

Sé que debería apagar mi celular, pero los hermanos Evans no son las únicas personas a las que debo enfrentar.

Ya que.

En este punto, nada puede hacer más daño.

Alzo mi teléfono y encuentro en mis contactos el de mi tía Sally. Resoplo. No sé en qué parte del mundo su trabajo la habrá llevado ahora, solo que necesito hablar con ella. Varios tonos después y cuando comienzo a pensar que no va a atenderme, escucho su voz.

—¿Hola? —empieza. Por el ruido de fondo, asumo que está en la calle.

—Hola —respondo—. Ehm... Necesitamos hablar.

—Ya lo sé, Kenzie.Tu padre se puso en contacto conmigo hace unas semanas —me explica a lo que no puedo evitar alzar mis cejas sorprendida. Por lo menos hizo algo.

—¿Y qué te dijo?

Se queda en silencio, y eso me pone más nerviosa. Jugueteo con mis dedos. Pensaría que ya cortó, sin embargo escucho su respiración por la línea.

—No está bien —declara finalmente.

Suelto una risa sarcástica sin poder evitarlo.

—Por supuesto que no está bien —respondo, con mi tono más agresivo y resentido de lo que esperaba. Me muerdo la lengua. Mi tía no tiene la culpa, pero... ¿Por qué tuvo que dejarla sola en primer lugar?

—No tuve que irme —responde en un bufido arrepentido—. Pero... No podía seguir cuidandola, no podía seguir en esa ciudad y ponerle pausa a mi vida porque mi hermana mayor necesita ser vigilada todo el tiempo.

Trago saliva y ahuyento las lágrimas al parpadear. Tiene razón. Mamá no solo me está arrastrando a mi al pozo en el que se metió, pero también a su hermana.

—No sé qué hacer —confieso—. La última vez que estuve en casa, las cosas se pusieron feas. No puedo volver.

Me muerdo la lengua antes de soltar que tengo miedo.

—¿Ella...? —empieza.

—Sí —contesto en un resoplido, entendiendo la pregunta sin que lo diga.

La escucho murmurar algo, pero no alcanzo a oír qué. Suspira.

—Después de Navidad, volveré a la ciudad. Va a tener que escucharme. Con tu padre estuvimos viendo algunos centros de rehabilitación que pueden ayudarla —explica.

Debería estar aliviada, pero solo tengo más miedo. ¿Cómo va a reaccionar? La última vez que sugerí ayuda, no salió bien.

—Mackenzie, todo va a salir bien —me dice ella, como si leyera mis pensamientos—. Solo... Preocupate por pasarla bien con tu novio y volver a clases. Tu papá me dijo que pasarás las fiestas con ellos.

La Conquista. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora