29. Constelaciones y distracciones.

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Parece que me encariñé con el #JuevesDeConquista, pero no se preocupen, el próximo se viene este lunes:)





SAWYER.

Parte de mi quiere ir a la casa de Mackenzie, encontrar a su madre y... Por poco suspiro frustrado. Gritarle todo lo que Mackenzie de seguro se está guardando. Esa mujer no merece tenerla en su vida.

Mi cabeza está funcionando a mil por hora, intentando buscar explicaciones. Quiero hacer algo. Quiero ayudar, hacer lo que sea, porque no puedo seguir viendo a Mackenzie destruida por culpa de su madre.  Se está volviendo una costumbre que tenga que reconfortarla cada vez que esa mujer la hace llorar.

Sin embargo, mis pensamientos tienen que ocupar el asiento trasero esta noche. No quiero presionar a que me cuente, sé que lo hará cuándo se sienta lista. Lo que sea que haya pasado, no tan sólo la marcó por fuera pero estoy asumiendo que es muy fuerte por dentro también. Así que haré lo mejor que pueda hacer en este momento. Y es consolar a Mackenzie. Hacerla sentir mejor.

Es por esa razón que ahora estamos acurrucados en la parte trasera de la camioneta con la que papá trabaja y carga todas sus cosas. Esta tarde me encargué de limpiarla. Tenía todo listo. Mantas porque el frío no se detiene por nadie, chocolate caliente y muchos dulces. Los favoritos de Mackenzie, claro.

Estoy con mi cabeza apoyada en una almohada. Traje una para Mackenzie, pero decidió que mi cuerpo es almohada suficiente. El costado de su rostro sano está apoyado contra mi pecho. Su vista fija en las estrellas. La mía puesta en tan solo ella. Para verme tiene que subir la cabeza y estoy segura de que si lo hace, empezará a retarme por no estar viendo las estrellas.

No que no sean impresionantes. Lo son. Y más en este sector de la ciudad en donde no hay muchas luces y las estrellas se ven mejor. Descubrí este lugar hace unos cuantos años. Antes se hacían muchas fiestas en este claro. Fiestas a las que venía religiosamente. Hasta que las descubrieron y las prohibieron, dejando este lugar abandonado. No mucha gente sabe como llegar, ni tiene el vehículo para hacerlo y es por eso que es perfecto. No dejé de venir cuando las fiestas pararon. Descubrí que hay una cierta tranquilidad que te hace sentir como si estuvieras flotando en otro mundo. No parece que toda la locura de la ciudad esté tan cerca. No parece como si la realidad estuviera cerca.

—¿Sabes las constelaciones? —me pregunta Mackenzie, rompiendo el silencio en el que nos sumergimos desde que llegamos hace media hora.

—No —contesto, ahora sí elevando mi cabeza hacia el cielo. La noche está despejada, tal como el pronóstico prometía para hoy. Me fijé varias veces—. Pero estoy muy seguro de que tú las sabes.

Mackenzie se ríe. Casi suelto un suspiro de alivio. Es bueno tenerla de vuelta.

—Mhm. Cuando tenía doce pasé por una fase fan de astronomía —me explica. Solo Mackenzie Rogers pasa por ese tipo de fases. A los doce, la mejor fase por la que estaba pasando era competencia de eructos con mi grupo de amigos.

Empieza a contarme sobre las constelaciones. Señala con su dedo algunas. Intenta trazar las líneas que las determinan. Habla sobre la historia que hay detrás de algunas constelaciones, se ríe en las partes que le parecen tontas.

¿Honestamente? No veo ninguna constelación. No tiene sentido. ¿Cómo hace Mackenzie para identificarlas? Un misterio.

—¿Cuál es esa? —me pregunta señalando a la derecha como si estuviéramos en un exámen.

Me río sin poder contenerme.

—No veo absolutamente nada, bebé —respondo sin pensar—. Es todo... Lo mismo.

La Conquista. [TERMINADA]Место, где живут истории. Откройте их для себя