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Capítulo 03: Estoy bien con que tu lo estés.

17 de Enero del 2024.

Ruggero P.

Rodeo la barra de metal con mis manos, tensando mis músculos al momento de levantar las pesas a través de ellas. Repito el proceso unas tres veces bajo profundas respiraciones escuchando la música de fondo y el sonido de las demás máquinas siendo utilizadas, levanto por quinta vez el peso y...

—Hola Ruggero.

Levanto mi cabeza y todo el peso de la barra se tambalea cuando descuido su agarre al ver la figura de Karol frente a mi, la escucho maldecir y rodea el banco a socorrerme antes de que mi pecho sea aplastado por los kilos que sostengo. Logro dejar el artefacto en su base y me incorporo.

—Lo siento, es que te vi y quise pasar a saludar pero creo que fue una mala idea porque casi te matas —explica con rapidez totalmente apenada —. No quise interrumpirte.

Muevo mi cabeza en negación al escucharla, está mujer jamás cambiaría —. Hola Karol —la saludo con diversión.

—Hola —repite con una leve sonrisa.

—¿Cómo estás? No sabía que también venias a ejercitarte acá —comento al ver el conjunto deportivo gris que lleva puesto.

—De hecho comienzo hoy, un amigo me lo recomendó —explica y diría que es mucha casualidad pero lo cierto es que la mayoría de las figuras públicas de esta ciudad recurren a este gimnasio —. Y sí, estoy bien ¿y tú?

—Bien, gracias —ambos asentimos mutuamente sin decir nada más, algo incómodo.

—Dios, estoy muerta creo que me voy a rendir, no me gusta esta vida en el gimnasio —volteamos a ver a Addison que viene a mi dirección quejándose, amplio mi sonrisa al verla—. No me veas así, mi entrenador es un salvaje. Saldré rota en mil pedazos de aquí —se detiene en mi frente—. ¿Qué?

Le doy otra mirada obvia y señalo a sus espaldas para que se percate de la presencia de Karol, ella se gira y la ve—. ¡Hey! Hola, no sabía que venías acá también —la saluda con un beso en la mejilla.

—Karol comienza hoy —le explico y ella asiente volviendo a mi lado.

—Oh, pues bienvenida al centro de tortura —apoya su brazo en mi hombro —. ¿Vienes sola?

—Eh no, de hecho quedé con mi amigo... pero no lo veo —dice dándole un vistazo a toda el área como si lo buscara.

—Debe de andar por ahí. Oh, por cierto, ya Ruggero me dijo que firmaron para su colaboración, felicidades. Cielo ¿Ya le diste la invitación? —me codea ella y me tenso, Karol me ve con su ceja arqueada.

—Justo ahora iba a decirle —mentira, ni me acordaba.

—Es que queremos invitarte a cenar a nuestra casa una noche, ya sabes, para celebrar y entrar un poco más en sintonía. Puedes traer a tú prometido y representante —explica ella, y yo asiento apoyando sus palabras.

—Oh, si, obvio ¿cuándo seria?

—¿Te parece este viernes? —propongo.

—Va, estoy libre. Me pondré de acuerdo con Stefan y les confirmo.

—Perfecto entoces —mi ceño se frunce cuando la mexicana se queda unos segundos con la mirada estancada en mi esposa, paso un brazo por su cintura porque conozco esa mirada.

—Aquí esta mi belleza tropical —un moreno alto se presenta en el pequeño círculo destellando energía, Karol lo saluda alegremente besando su mejilla y le hace frente a nosotros.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now