¥Capitulo 39¥

1.1K 72 26
                                    


Capítulo 39: Compras, amores secretos y ellos.

29 de Junio del 2025, Nantes-Francia.

Ruggero P.

Reduzco mis pasos al percatarme de la ausencia a mi par, me detengo girando sobre mis zapatos para echarle un vistazo a mi alrededor y llevar mis manos a mis caderas al ver que una vez más Karol se ha quedado atrás por andar fotografiando los pasajes de la ciudad. Nos hemos tomado la tarde para salir a pasear y hacer una que otra compra con algunos de los chicos.

Observo a José a unos metros vigilarla mientras se distrae captando con su cámara, es como la quinta vez que se queda atrás y la tercera en la que me quedo hablando solo porque no me doy cuenta de que se ha detenido si no es por Guillermo que me lo avisa para que deje de hablar con el aire. Ale también se perdió hace un rato por andar en la misma, no puedo culparlos porque Europa en tiempos de verano es hermosa y es totalmente válido que quieran captarlo.

Mi novia baja su cámara para ver su alrededor con una pequeña sonrisa, hoy se ve bella luciendo un vestido blanco con estampando azul, el escote V se anuda detrás de su cuello, la tela se adhiere a su marcada cintura y cae en una falda hasta la mitad de sus muslos, calza unas zapatillas blancas y su largo pelo castaño que ha traído ondulado desde ayer cae suelto. Debería robarle su cámara y fotografiarla porque se ve extremadamente hermosa hoy.

Salgo de mi admiración tras el sonido del disparo de su flash que me capta, baja su cámara dejándola colgando de su cuello sin borrar su sonrisa mientras se acerca a mi—. Que bello eres, si fueses un monumento te visitaría todos los días papasito.

—Bella estas tu mariposa —me carcajeo sin poder ignorar su piropo hacia mi—. Dame eso.

Saco la cámara de su cuello retrocediendo unos pasos para tener un buen plano, ella comienza a negar al ver mis intenciones—. No, no quiero fotos.

—Dale mi amor, no sabes lo preciosa que te ves con ese vestido hoy —aseguro—. Pégate a esa pared con flores, quedará perfecta.

—Sólo una —acepta tras un pequeño puchero.

Espero a que se coloque al par de la pared y que pase un pequeño grupo de personas antes de fotografiarla, obviamente tomo más de una fotografía a las cuales cede posar tras mi insistencias. Desde ya, sé que mi favorita es en la que sale sonriendo abiertamente antes de echarse a reír por mis poses de fotógrafo frustrado extremo que utilizo.

—Las enmarcaré por toda la casa —le entrego su cámara.

—No te atrevas —advierte sabiendo que sí soy capaz de hacerlo.

—Sólo dame esa mano —pido estirando la mía.

—¿Qué? ¿Ya no quieres perderme?

—No, porque te me vas de al lado, te me pierdes y con lo chiquita que eres sería más difícil encontrarte —la molesto.

—No dire nada porque hoy derrocho paz y buena vibra —se limita a decir entregándome su mano para que la sostenga.

—¡Ay! Mira que lindos vestidos... —Andrea salta delante de nosotros antes de apurar su paso a una boutique.

—¡Andrea deja de caer en las tiendas trampas de turistas! —la reprende Julia yendo tras ella—. ¡Te van a estafar!

—Tengo hambre, deberíamos pararnos a comer algo —comenta Karol.

—Yo también, sólo veamos dónde se han metido los demás...

—Mira esta tienda, se ve que tiene cosas interesantes... —señala ella distrayéndose con la fachada, antes de que yo pueda replicar me arrastra dentro del lugar.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now