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Capítulo 44: Danzando con la tristeza.

28 de Julio del 2025, Bogota-Colombia.

Karol S.

—¿Sabes qué he estado pensando? En que quizás debería de hacerme una limpia, estos días me han servido para darme cuenta de que no solamente estoy en un eterno mercurio retrógrado, si no que también puede existir alguien que de verdad me tenga envidia y ande trabajando con alguna bruja para que me vaya tan mal en mi vida... igual pienso que es alguien muy considerado o considera porque tipo solo me va mal en mi vida personal, en la profesional estoy meramente bien ¿tu qué opinas?

Enzo que esta recostado en mis piernas me mira fijamente mientras chupa sus dedos, suelta un balbuceo y muevo mi cabeza en asentamiento chasqueado mis dedos.

—¡Exacto! Es que tiene sentido, no hay otra explicación para que la vida me arrastre tanto —hago una pausa cuando vuelve a balbucear—. Sí, sí, tienes razón, debería de hablarlo con la psicóloga pero con ella no tengo tanta confianza, sufre de querer convencerme a tomar medicamentos y en los peores de los casos cada vez que me sincero siempre termino en un centro de rehabilitación y odio ese lugar, me aburro y estoy segura de que no te dejarían visitarme allí.

<<De todas formas hablé con ella ayer, ya sabes para no volverme loca y me dio buenos consejos aunque no recuerdo la mitad de ellos porque vivo en las nubes y por eso es que atraso todo el proceso... ¿sabes? Me gusta hablar contigo, solo escuchas y opinas en lo que debes y ya, deberíamos tener estas charlas más seguidas ¿qué dices?

Acaricio sus piecitos que reposan en mi pecho admirando como su rostro se ilumina en una sonrisa, le devuelvo el gesto entre una risa que le contagio y me da un salto al corazón escuchar su risa infantil retumbar en la habitación.

—Dios ¡te amo! —lo acerco a mi para besar su mejilla y mantenerlo a la altura de mi rostro—. Oficialmente te declaro mi nuevo mejor amigo Enzo Valentin, tu y yo seremos el mejor dúo del mundo mundial ¿verdad qué sí?

Lo vuelvo a dejar sentado sobre mi estomago apoyando en mis piernas mientras juego con él y su conejo de peluche que le saca una carcajada cada vez que lo agito cerca de su rostro. No me molestaría despertar todas las mañanas con sus pequeñas manos en mi rostro y balbuceos que ruegan por mi atención, ya me estoy acostumbrado y se ha vuelto mi momento favorito del día, abrir los ojos y ver a este pequeño travieso a mi lado.

Ruggero ahora mismo no esta en la habitación, salió hace un rato para hablar algunas cosas con Omar dejándonos solos a mi y a Enzo que ha tenido que escucharme desahogar todos mis traumas y no creo que le moleste porque hasta el momento no ha llorado, me parece graciosa la forma en que la balbucea cada vez que alguien le habla porque deja muy claro que entiende que debe de responder al respecto.

—¿Pero por qué hay tanta alegría en esta habitación? —Ruggero entra con una gran sonrisa provocando que ambos giremos nuestras cabezas para verlo.

—Es que la estamos pasando bomba, no nos importa que nos hayas abandonado.

—Eso veo, también veo que ninguno quiere empezar el día.

—Estamos muy a gustos aquí. Enzo dile a papi que hoy queremos quedarnos todo el día en la cama siendo unos vagos.

Enzo vuelve a balbucear y ambos estallamos a carcajadas, Ruggero viene a recostarse a mi lado.

—Hoy te despertaste muy comunicativo hijo, siento que un día vas hablar de la nada.

—Lo hará y su primera palabra será Karol.

—Nunca has tenido tanta suerte amor.

Quiero responderle pero las palabras quedan en mi boca cuando Enzo decide que es una buena idea tomar impulso para llegar a su padre lo cual no le sale muy bien porque termina cayendo en el colchón como una bola así que tragándonos la risa nos toca consolarlo porque se asustó y no ha dudado en echarse a llorar para demostrarlo.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now