¥Capitulo 50¥

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Capítulo 50: Consumiéndome.

27 de Noviembre del 2025, Los Ángeles-California.

Ruggero P.

Has lo que quieras.

Perfecto, ok —asiente Sabrina cerrando su libreta de golpe—. Estas siendo un idiota ¿sabias?

Confundido la miro—. ¿Pero qué hice?

Ser un idiota —señala obvia.

Ah bueno, esta bien. Si con ese humor vas a estar mejor no te digo nada —desvío la vista a mi panel de control.

—¿Yo? Tu eres quien tiene un humor de mierda.

Hasta ahora has sido tu quien me anda insultando.

—¡Porque estas siendo un idiota!

—¡Pero si no te he hecho nada mujer!

—¿Te digo qué has hecho? Comportarte como un imbecil estas semanas, opacar la buena vibra de todos con tu amargura, estresarte por cualquier tontería y hablarle mal a la gente sin motivo —enumera mientras mi ceño se frunce por cada palabra que dice.

Claro que no.

—Claro que sí, todos piensan lo mismo pasa que nadie te dice nada porque andas a la defensiva.

—Ah ¿hablan de mi a mis espaldas?

—Vete a la mierda Ruggero.

—Repito, acá —nos señalo—. De los dos, tu eres quien está teniendo una actitud de mierda.

—Porque estoy harta de ti.

—Pues renuncia Sabrina, no es tan difícil. Ni que necesitaras el trabajo.

—¡¿Ves?! —se levanta enojada—. Deberias de decir: Oh perdón Sabrina, no me he dado cuenta que estaba siendo asi, lo siento... ¡Pero no! Maldito egocéntrico, narcisista, ¡admítelo!

No soy narcisista.

Renuncio —sentencia volteándose a recoger sus cosas—. No pretendo soportarte más con tu miserable actitud y tu miserable cara porque si, te ves miserable porque ya ni te arreglas y estas muy difícil de ver. Estoy empezando a dudar de si realmente te bañas ¿te has visto en el espejo? Tu barba esta larga y tu pelo hecho un asco, estás hecho nada —engancha su bolso a su hombro—. ¡Y no me llames! Ya no soy ni tu esposa, ni tu asistente, ni tu amiga ¡renuncio!

Aunque no lo creas sí me baño todos los dias —le aclaro.

Jódete.

—Ten buen viaje Sabri.

—¡Stronzo!



~x~x~x~



—Chicos ¿qué tal si tomamos un descanso?

Leonora y Luciano se ven entre si inseguros antes de mirarme a mi por medio del cristal de la cabina mientras se quitan los auriculares—. ¿Todo bien?

—Si, si, solamente que ya necesitamos un descanso —explico levantándome de mi silla y palmeando el hombro de Lucas que esta a mi par—. Ya casi terminamos igual.

Sin más salgo del estudio hasta el pequeño jardín interno que tenemos, saco mi celular de mi bolsillo al sentirlo vibrar, es una videollamada de Addison que no dudo en contestar y mis labios se extienden en una sonrisa cuando el rostro de Enzo me recibe en primera plana.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now