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Capítulo 35: Tu y yo.

3 de Mayo del 2025, CDMX-México.

Karol S.

—Ya admítelo Karol, te fuiste todos estos meses para tener a tu hija secreta.

La declaración de uno de los chicos de la academia desata una hilera de risas que empiezan por mi parte después de echarle un vistazo a mi sobrina la cual sostengo en brazos y está siendo mi mejor compañía del día.

—La verdad es que sí, se me escondió en la panza hasta los siete meses —les sigo el juego.

—Fuera de broma, se parece demasiado a ti —asiente una de las chicas.

—También tiene mi actitud lo cual resulta una pesadilla para mi hermano, yo le digo que la vida le ha dado otra versión mía para que no me extrañe tanto.

—Eso sí que se llama karma.

Niego con mi cabeza en que seguimos alimentando las bromas al respecto. Me he pasado toda la mañana metida en la academia, no vine hacer nada en específico, sólo quise venir a ver a mis chicos porque el año está finalizando y todos están trabajando en un recital para concluir. Realmente me gustaría pasar más tiempo con ellos y estar más integrada en todo.

Sigo hablando con ellos sin dejar de mecer a Alina, mi sobrina ahora con sus ocho meses puede presumir de unas mejillas regordetas que te dan ganas de comerlas a besos, una buena capa de pelo castaño que promete ser tan lacio como el mío y por supuesto que tuvo que heredad mis ojos verdes que le quedan más preciosos que a mi. No sé puede negar lo extraño que es el hecho de que se parezca tanto a mi pero sólo es la genética demostrando todo lo que puede hacer.

Algo que me gustaría también es pasar más tiempo con ella, porque a pesar de que llamo a mi hermano a diario para verla no es lo mismo todo a través de una pantalla, cuando nos reencontramos ayer sólo quise llorar por lo mucho que había crecido y es que amo a mi sobrina con la misma intensidad que a mi hermano y quizás un poco más. Es mi princesa, quiero darle todo porque es obvio que esta pequeña es mi hija y yo su mamá postiza.

Sí, seré una tía/madrina muy intensa.

—Bueno, ya se rompió la taza. Lárguense a sus clases chismosos, no crean que no me di cuenta que me andan entreteniendo —suelto para la desgracia de la mayoría—. Siempre hacen lo mismo.

Los chicos comienzan a quejarse y rogarme que nos lo mande a clase pero por más entretenido que sea escucharlos contarme cada chisme que pasa en la academia no pretendo malcriarlos tanto así que aprovecho que la supervisora anda circulando para delatarlos y que los obligue a irse a sus aulas. No se esperaba tal traición de mi parte pero para mi es de lo más divertido mortificarlos.

—K' —miro a Andrea que se acerca con la pañalera de Alina—. ¿Nos vamos? Nos esperan.

—Sí, pero primero vamos a darle su mamila a esta señorita —señalo a mi sobrina que ya comienza a quejarse y es que sabe que es su hora de comer.

—Recibido mamá.

—Graciosa.

—Te ves bien.

—Claro que me veo bien ¿no ves cuánta belleza acumulada?




~x~x~x~




—No sabía que tenías un clon.

—La pedi por Amazon.

Gabriel se ríe con mi respuesta, Alina por su puesto que no pierde la oportunidad de quitarle sus gafas de sol para verlas con curiosidad. El contraste entre ambos en notable porque mi princesa lleva puesto un pomposo vestido amarillo de flores que choca bastante con el tipo vestido de negro y completamente tatuado que la carga, aun asi se ven tiernos y no pierdo la oportunidad de tomarles fotos.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora