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Capítulo 22: La caída del imperio.

25 de Octubre del 2024, Miami-EEUU.

Karol S.

—Esa hembra es mala, esa hembra hace daño, esa hembra no quiere, esa hembra te.... ¡Ah cabrón!

Mamá y yo estallamos a carcajadas cuando Mimi se sobresalta y deja caer la escoba con la que barría sensualmente mientras cantaba.

—Ay pero sigue con tu concierto Mirian —digo burlona.

—¿Y ustedes dos qué hacen apareciendo cómo dos fantasmas? —nos reprende mientras recoge la escoba.

—Vinimos a ver a quien le andabas cantando con tanta pasión —dice mamá sentándose en el banco.

—¿En serio sigues viendo a Teresa?

—Sí —dice orgullosamente con la mano en su cadera—. ¿Algún problema?

—Ninguno aparte de que ya la has visto como cinco veces.

—Yo no me meto con tus novelas turcas Carolina.

—Se van a quemar la cabeza viendo tantas novelas —abro la nevera pasar sacar el bote de jugo y destaparlo.

—¡Hey! ¡Busca un vaso cochina! —me barre los pies cuando tomo directamente de la botella.

—Este es mi jugo, lo mandé a comprar para mi uso personal y beber de la botella —recuerdo—. Yo no las mandé a tomar de el.

—Nadie toma de tu jugo baboseado —asegura mi mamá.

Ruedo mis ojos y cierro la nevera yéndome a sentar en uno de los bancos con mi botella de jugo, atraigo a mi la bolsa de pan y tomo uno pegándole una mordida, Mimi me ataca con los ojos—. ¡Ey niña! Deja de estar tragando a lo bruto que haré el desayuno.

—No te preocupes que también tendré espacio para el —aseguro y mamá me golpea la nuca.

—No hables con la boca llena.

—¿Qué necesidad de pegarme? —me quejo, escuchamos el timbre ser tocado con insistencia—. Apuesto mi cabeza que es Oliver.

—Claro que es el único mal acostumbrado que toca así el timbre, eso si que le quitaré las ganas de un escobazo —refunfuña Mimi yendo a atender la puerta.

—¿Qué vas hacer hoy mami? Estoy libre, tengamos un día de chicas y vámonos de compras.

—Si eso quieres mi amor —acepta y me remuevo emocionado.

—¡Para las que no creyeron en mi! —Oliver entra de la forma menos pasiva golpeando la isla con la palma de la mano—. ¡Me dijeron que fracasaría en el amor! ¡Y adivinen quien va tener una cita!

—Tu no —lo molesto carcajeándome.

—Yo si —asegura—. Porque este cuerpo tropical saldrá con el hombre de su vida.

—¿Cuál de todos? —pregunta mamá con burla.

—¿Recuerdan el papasito riquillo del que les hablaba del gym?

—¿Él dueño o él empresario?

—El empresario, resulta que si batea a mi equipo y me pidió una cita —chasquea sus dedos con victoria.

—Aww que lindo pero los empresarios suelen serte infiel con sus secretarias y embarazarlas —suelto con amargura mordiendo mi pan.

—Que Dios te reprenda esa boca y te saque esa mala vibra niña.

—¿Pero estás seguro de que quiere una cita para conocerte? Porque ahorita resulta de esos que mantienen una fachada y ponen su relación en secreto —advierte mamá y lo señala—. ¡Y tu no te mereces eso!

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt