Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)

¥Capitulo 07¥

Capítulo 07: Darse un tiempo también sana.

7 De Marzo Del 2024.

Karol S.

—¡Pase!

Continuo peinando mi pelo frente al tocador mientras la puerta se abre, veo a Andrea ingresar a mi habitación—. Hola.

—Hola bebé —besa mi mejilla de saludo—. ¿Cómo estás? No sabía que venías.

—Estoy bien, estaba cerca y decidí pasar —explica sentándose en el borde de mi cama con las manos entrelazadas.

Entrecierro mis ojos observándola por medio del espejo, dejo mi cepillo a un lado y me volteo—. ¿Segura qué estás bien? Traes un cara...

—De hecho quería hablar contigo sobre algo —admite con nerviosismo.

—Pues dime.

—Yo... yo ya no podré trabajar más contigo —confiesa.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Sucedió algo qué te incomodará? ¿Ya no te sientes cómoda conmigo? —indago queriendo una explicación más clara—. ¿Es el sueldo...?

—No, no pasó nada. Eres mi amiga Karol, te quiero y estoy agradecida por todo lo que me han dado Carolina y tú.

—Entonces no entiendo porque quieres renunciar.

—Es que Luis quiere que pasemos más tiempo juntos, que no viaje tanto y que esté más en casa —explica.

—Entiendo... —alargo sin entender realmente—. Pero si ese es el problema lo arreglamos, puedes seguir conmigo y tener un horario más flexible...

—Karol ... —me ruega con la mirada.

—Es que no quiero perderte, tu me conoces del derecho al revés, sabes que eres de las pocas personas en las que confío y de ti depende mi vida Andrea —dramatizo lo último—. Dile a Luis que no sea tan aguafiestas.

Encima su novio no me cae para nada bien, siempre lo he sentido muy forzado y es bastante intenso porque si no le mete cinco llamadas a mi asistente en una hora es porque seguramente esta teniendo alguna convulsión.

—Seguiré siendo tu amiga y puedo seguir ayudándote en algunas cosas pero no como antes. De hecho estaba pensando en traerte a algunas chicas de mi confianza para que entrevistes y pueda suplirme.

—Bebé tu eres insuperable, nadie como tu para mi.

—Deja de seducirme Karol.

—Es que no quiero que te vayas.

—Lo sé.

Un suspiro brota de mis labios mientras la veo, no quiero otra asistente y ella sabe lo complicado que es para mi dejar entrar gente nueva a mi entorno.

—Esta bien —acepto levantándome—. Caerá en tu conciencia mi vida desordenada.

—No te enojes conmigo.

—Nah, sólo tengo ganas de matarme.

—Dios Karol —me reprende parándose también —. Entonces ¿todo bien?

—Ya que —me encojo de hombros y abro mis brazos invitándola a un abrazo, ella duda—. Dale, aprovecha la oferta que no todos los días ando regalando abrazos —la tranquilizo.

—Te quiero —viene hacia mi y acepta mi abrazo.

—Yo también —la rodeo con fuerza, al instante siento su cuerpo tensarse y jadear cuando lo hago—. ¿Qué pasa?