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Capítulo 49: Las cicatrices de mi alma.

2 de Octubre del 2025, Los Angeles-California.

Ruggero P.

Las cápsulas comprimidas ruedan sobre la palma de mi mano, verificando tener la dosis correcta alcanzo mi botella de agua para tragar cada una de ellas al ponerlas sobre mi lengua. La dejo nuevamente sobre la superficie de la que la tomé mientras giro mi silla hacia la puerta por donde ingresa Lucas acompañado Leonora y Luciano.

—Buenos días —me levanto de mi lugar para corresponder al abrazo que ambos me ofrecen.

—Hola queridos ¿Cómo están? —vuelvo a sentarme—. Espero que descansados, hoy tenemos mucho trabajo.

—Vinimos calentando todo el camino, más que listos.

—Así me gusta.

Leonora y Luciano son hermanos nacidos en Colombia, mellizos específicamente aunque no parezca y entre todas las cosas que tienen en común también comparten el talento de tener unas increíbles voces y habilidades de tocar uno que otro instrumento en sus apenas diecinueve años ¿por qué resalto esto? Pues porque son los talentos que han firmado con mi sello y los cuales voy a representar como el increíble dúo musical que son.

Ellos son el reto en el que hemos estado trabajando estas semanas Lucas y yo, son dos diamantes en bruto que planeo pulir sin descanso hasta verlos brillar porque les tengo fe y a diferencia de mi talento anterior estos chicos me transmiten una confianza y humildad que me empuja a apostarlo todo por ellos.

Sin mucho preámbulo inicio la sesión que tenemos para hoy, estamos trabajando en su primer sencillo que vendrá acompañado de un EP de tres canciones más para su debut. Entre esta producción, los asuntos del sello, la composición de mi álbum mi tiempo se ve totalmente acaparado entre otras cosas más, pero no me interesa, ahora mismo lo único que me funciona para callar mi mente de algunos problemas es mantenerme así de ocupado.

Al menos puedo decir que disfruto de trabajar con estos chicos, son jovenes que solamente tienen un sueño y apenas han puesto un pie en el mundo al que les estoy abriendo paso, aun así el talento les sobra y Luciano tiene una gran habilidad a la hora de componer al igual que su hermana. La sesión transcurre como cualquier otra solamente que no me doy el lujo de tener descansos porque quedé en cenar con  Addison y Enzo, no quiero hacerlos esperar porque he decidido que lo único con lo que no pienso negociar es con el tiempo que le doy a mi familia.

Horas más tarde me despido de los chicos que deciden retirarse, comienzo a recoger mis cosas mientras entablo una vaga conversación con Lucas que hace lo mismo.

—¿Cómo va tu garganta? Siento que se te ha ido un poco la ronquera.

—Sí, un poco, debe de ser el tratamiento —respondo.

—Nunca vi una infección tan tediosa, llevas casi dos meses así —reniega—. Pero lo importante es que te esté haciendo efecto el tratamiento y mejores, así podremos grabar tu álbum.

—Pienso lo mismo, también tengo ganas de empezar.

Se engancha su mochila para cruzarse de brazos, ladea su cabeza como si me analizara—. ¿Estás bien hermano?

—¿Por qué no lo estaría?

—Has estado extraño estas semanas, no quieres salir, ya no bromeas tanto, tu humor no ha sido tan bueno... no estas siendo tu —resume—. ¿Qué ha sucedido? Realmente siento que te estás guardando muchas cosas.

—No pasa nada en especifico, estoy bien. Solamente es que tengo la cabeza llenas de cosas, estoy algo cansado y la infección me ha atrasado todo y me estresa, ya sabes como soy —minimizo—. Pero estoy bien, cenaré con Enzo y Addy asi que mi día acabará bien.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora