Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)

¥Capitulo 48¥

Capítulo 48: Adictos y sus adicciones.

29 de Agosto del 2025, CDMX-México.

Karol S.

—¿Qué más quieres?

Observo como Alina apoya sus manitas en el cristal del mostrador mirando atentamente la cantidad de postres apetitosos que tienen en exposición, me quedo agachada a su lado intentando descifrar cuál le llama más la atención pero esta más ocupada balbuceando. La tomo en brazos antes de incorporarme cargándola contra mi cadera.

—¿Puede darnos una porción de cada uno? Por favor.

La chica tras el mostrador abre sus ojos sorprendida y mira la vitrina—. ¿De todos?

—Sí, uno de cada uno para llevar —afirmo sonriente—. Es que la niña no se decide.

Pasa su mirada de Alina a mi sin creerse que mi pequeña versión no esté decidida por un postre y que solamente la uso de excusa para comprar todo aquello lo cual es una absoluta verdad.

—Esta bien, deme un momento —pide la chica, decido hacerme a un lado y sentarme en una de las mesas para esperar mi orden.

Siento a Alina sobre mi regazo para jugar con ella, ha sido mi fiel compañera estos días y hoy me ha acompañado a los últimos ensayos de mi gira y puedo decir que esta pequeña en lo único que no se parece en mi es en su tranquilidad. Literalmente me la llevo a todos lados y se la pasa como si nada.

Aunque he descubierto que es toda una diva, su tranquilidad depende de estar siempre limpia, vestida, peinada y con un pañal limpio, de lo contrario una rabia feroz se apodera de ella. Ayer su vestido se manchó de comida y cuando se vio al espejo se echó a llorar, yo digo que no es normal que una bebé que apenas cumplió su primer año tenga una actitud y personalidad tan marcada pero Alina lo hace posible.

Toda una reina del drama como su tia.

El karma de mi hermano personificado.

—¿Quién es la bebé más hermosa del mundo mundial? —le pregunto picando sus costillas y se ríe—. Sí, tu lo eres y lo sabes. Eres toda una princesa mi amor.

Regresar a México no ha sido tan difícil y doloroso, las primeras noches fuero un fiasco pero pasando los días me he podido ir adaptando y reintegrando a mi entorno. Estas ultimas dos semanas han sido toda una montaña rusa, me reúno virtualmente dos veces a la semana con Eloise mi psicóloga y ya empecé mi tratamiento psiquiátrico de la mano de mi psiquiatra que puede ser la razón de la cual mis emociones se han neutralizado un poco y por ello no ha sido tan caótico estar aquí.

La rutina me ayuda, tiempo libre no es algo que tenga ahora, mis días se basan en los preparativos de la gira, reuniones, ensayos, también cuando me sobra tiempo lo invierto en la academia con los chicos que están felices de volverme a tener cerca y también con mi familia con la cual llevaba bastante tiempo sin convivir de una forma constante. Hace unos días fue el cumpleaños de Alina, esa misma mañana dio sus primeros pasos y pude presenciarlos, por eso intento tenerla conmigo el mayor tiempo posible porque quiero que sienta que estoy presente en su vida.

Ambas nos sobresaltamos cuando tocan el cristal que da a la calle justamente donde estamos sentadas, mamá nos ve de brazos cruzados y Alina en vez de intimidarse se emociona al ver a su abuela. A una cuadra del estudio donde ensayo se encuentra esta repostería a la que suelo escaparme entre descansos o cuando finalizo, justamente como hoy y mamá por supuesto supo que me encontraría aquí después de salirme a hurtadillas.

—Hora de sacar tus encantos bebé para que la embobes porque tu Bubú nos viene a regañar —le digo cuando mamá camina a la entrada del local.

—La única pregunta que tengo es ¿por qué no me avisas qué vas a salir? Estuve buscándote en todos lados —me reprocha ella tan rápido se acerca a la mesa.