Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)

¥Capitulo 43¥

Capítulo 43: Sacrificio por amor.

Ruggero P.

Stefan ha muerto.

Han llamado a Karol para darle la noticia de que Stefan había sido asesinado en Colombia, al menos eso fue lo que Julia llegó a escuchar de la conversación antes de que ella se quebrara.

Ale sacó a todos de la habitación para darle su espacio y no abrumarla, sigo abrazándola desde el suelo mientras ella llora desconsoladamente. Ahora mismo nada me importa, sólo quiero quitarle el dolor, calmarla y joder el mundo, destino, vida o lo que sea que no la deja tener un momento de paz.

—¡Me lo mataron! —solloza con rabia—. ¡Esos cabrones me lo mataron!

—Mi vida —Ale se agacha a tomarle el rostro—. Sé que es difícil, pero debes calmarte. Te harás mal.

—No —niega ella apartándonos para levantarse—. No, esto no es cierto.

—Karol...

—Tengo que ir a Colombia, debe de ser mentira —murmura empezando a recoger todo lo que tiene a su alrededor.

—Amor —sostengo sus brazos—. Mirame.

—Stefan esta vivo —dice muy convencida y desesperada—. Esta vivo, seguro fingió su muerte para despistar a sus enemigos... si, debió de hacer eso, es lo que hacen con los exiliados, esto es mentira.

—Karol sabes que no jugaría así contigo —murmura Julia con cautela—. Sabes que hubieras sido la primera en saber eso.

Veo sus ojos llenarse de lagrimas nuevamente—. Es que... es que no... —balbucea llevándose una mano al pecho.

—¿Karol? ¿Amor? —se me abre un hueco en el estomago al ver como su rostro se contrae y su mirada se pierde—. ¿Qué te sientes...? Oye, no, no, no...

Veo como su mirada se apaga y pronto pierde la conciencia desfalleciéndose en mis brazos, la agarro contra mi pecho llevándola hasta la cama.

—Hay que llamar una ambulancia.

—Ruggero, no.

—¿Y si le dió un ataque al corazón? Sabes que tiene problemas, la tienen que revisar...

—Ella va a estar bien Ruggero, solo fue un desmayo —asegura Alejandro manteniendo la calma, me hace a un lado para atenderla—. Consigan un botiquín, necesito alcohol para cuando despierte y de paso llamen a Carolina.

—Yo me encargo —se adelanta Julia.

Cierro mis ojos un instante buscando organizarme, no puedo entrar en pánico, no puedo tener un ataque ahora. Me siento y Ale me obliga a tomarme una botella de agua al ver mi aspecto, tomo profundas respiraciones queriendo mantener mi control.

Al parecer el tiempo de tranquilidad es limitado.

~x~x~x~

—Entonces ¿qué haremos?

Con mi mano izquierda froto mi rostro intentando organizar mis ideas. Karol a despertado de su desmayo más tranquila pero porque esta muy ocupada intentando contactarse con Dios sabrá quién y exigiendo que le consigan un vuelo a Colombia pero nadie se atreve a dar un paso sin la autorización de Carolina. Por otro lado yo he tenido que salir a informar lo que sucede y ponerme de acuerdo con los demás porque puede algunos tendremos que irnos antes de tiempo.

—Karol puede que se vaya a Colombia.

—¿Y tu?

—No lo sé, nada esta concretado —suspiro—. Esta medio complicado, estamos acá, Enzo sigue en Italia y se suponía que llegaríamos el veintidós a  México.