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Capítulo 52: Insaciable.

29 de Noviembre del 2025.

Karol S.

Cuando abrí los ojos y vi a Ruggero a mi lado me pregunté porqué había tardado tanto en regresar.

Obviamente sé la respuesta de mi pregunta, no me arrepiento de haberme hecho a un lado porque conseguí mi objetivo, lo que si me reprocho es haber sido tan extrema en ello.

Él seguía durmiendo, profundamente dormido porque no se inmutó de los besos que esparcí por su rostro en mi ataque de felicidad. Estaban por dar las diez y yo ya no tenia sueño, supongo que era la emoción de estar aquí lo que me motivó a salir de la cama.

Tras salir del baño me quedo parada en medio del armario al cual no le había prestado tanta atención hasta ahora, ni me acordaba de que mis cosas ya estaban aquí aunque la sorpresa viene de como cada prenda está organizada por colores y divididas entre ropa de diario y de eventos, los cajones tienen etiquetas que dicen lo que hay dentro. Nunca en mi vida había tenido un armario así de organizado.

—Es más Virgo de lo que es y se muere —murmuro sabiendo que mi novio tiene absolutamente todo que ver.

Salgo del armario asegurándome de que siga dormido antes de emprender mi camino a la cocina con la idea de sorprenderlo con un desayuno en la cama simplemente porque que sí y para demostrar que ya me sé defender un poco más en la cocina. Abro el refrigerador que a pesar de estar repleto de comida no me resta el pensar qué podría hacer.

Cierro la puerta con un suspiro—. Mejor comienzo poniendo el... ¡Ay no mames? —salto desde mi lugar al ver una mujer parada al par de la isla con una bolsa en la mano.

—Buenos dias... —alarga ella con duda—. Su cara me suena... ¡Ah ya sé! —chasquea sus dedos—. Usted es la señora Karol, bueno señorita, se ve más joven en persona.

Mis ojos se agrandan—. Perdón ¿pero usted quién es? —preguntó deslizándome sutilmente al otro lado de la isla, no para escapar, si no para ocultar el hecho de que simplemente llevo mi ropa interior y un top puesto.

—Soy Marisol, me encargo de la limpieza y cocina de la casa —explica dejando la bolsa de papel sobre la mesa—. Pero seguramente Ruggero se le olvidó avisarle que venia ¿verdad? Ese muchacho anda con la cabeza en las nubes —niega mientras pone la cafetera.

—Sí, se le olvidó este pequeño detalle —afirmo—. Pero en ese caso, mucho gusto Marisol.

—El gusto es mío, no sabía que vendría ahora, hubiera arreglado la casa...

—Ah no, no se preocupe, caí de sorpresa.

—Claro, me imagino después de ese susto —comienza a movilizarse por toda la cocina—. La niña Sabrina estaba desesperada porque regresara disque para que se le quitara la amargura y que bueno que lo hizo, no conozco mucho al señor pero si se le notaba medio agüitado.

—Mmm ya veo —arrastro el banco para sentarme—. ¿Y él le hablaba de mi o como?

—Solamente llevo dos mese aquí, me parecía extraño ver fotos suyas por toda la casa y que solamente estuviera él pero después me dijo que estaba trabajando en el extranjero —explica abriendo el refrigerador—. Y ya después se me sentaba todas las mañanas ahi donde esta a hablarme de usted y enseñarme más fotografías —ríe mientras niega—. Yo ya pensaba que los hombres no se enamoraban pero ese está perdido por usted.

Mis labios tiemblan en una sonrisa—. Y yo por él —aseguro—. Y tutéame, solamente dígame Karol —pido—. ¿De qué parte de Mexico es?

—Mazatlán pero ya tengo diez años viviendo aquí —explica—. ¿Qué desea desayunar?

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now