Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)

¥Capitulo 47¥

Capítulo 47: Los Deja Vu del Paralelismo.

Karol S.

Mis ojos siguen atentamente el camino por el cual Candelaria se retira con su esposo que ha llegado a recogerla y de alguna forma ha hecho todo un poco más ligero ya que somos conocidos entre todos. Esto fue inesperadamente extraño, tenso y raro.

Si me hubieran dicho que al salir del baño me encontraría con una Candelaria pasiva que ha decidido acercarse a saludar sin la intención de derrochar su veneno y mostrar su rencor me hubiera reído tres horas, pero no, vaya sorpresa que me llevé. El embarazo tiene a la mujer radiante, sus poros desbordaban felicidad y parece otra persona, sus ojos brillaron al ver a su esposo demostrando lo enamorada que está.

Admito que me dieron ganas de felicitarla por recuperar su dignidad y rehacer su vida, algún despertar espiritual tuvo que tener para llegar hasta ahi y estoy segura que esa mujer está viviendo su mejor vida. Ha ganado más de lo que perdió.

Al menos una de las dos si logró ser feliz.

—Esperaba más drama —suelta Agustin tomando a Enzo de los brazos de Ruggero—. ¡Ahijado!

—Obviamente tenias que aparecer hacer esa situación más incomoda —no le deja pasar Addison.

—Es que no entiendes los gracioso que es esto para mi Addy, empezando por el hecho de ver a Ruggero rodeado de su ex-esposa, ex-novia y su ex-amante... que logró ascender a ser la novia oficial —enumera negando entre risas—. Yo en tus zapatos Rey hubiera hecho lo posible por esfumarme.

—No te pases Agus —lo reta Maxi.

—Yo lo que veo a estos dos muy callados —nos señala a Ruggero y a mi.

—¿Y qué quieras qué diga? Lo que tuvimos es cuento viejo, cada uno se fue por su camino y me alegro de que ella este bien —resume el italiano—. Se lo merece.

—Ya... Karito ¿algo qué decir al respecto? ¿Te traumatizaste?

—¿Y eso por qué? Cande nunca fue la villana de mi historia, yo sí de la suya —acepto—. Si ella parece haberlo superado todo ¿por qué debería estar yo afectada?

—Antes eran más divertidos.

—Hermano, mejor dejemos el tema porque en si no da gracia, ya fue algo que todos cerramos, cada quien cargó con su propio peso y ya esta —lo corta Ruggero.

—Me parece bien —apoya Carolina—. No traigan el pasado al presente si no es necesario, además no sé que tanto molestas Agustin si tu no eres un santo.

—Ah bueno, todos en contra de mi, hoy se levantaron con moral hipócritas de mierda —reprueba—. Prosigo a ignorarlos, mi atención ahora será para mi ahijado que es el único merecedor.

—Eh... podríamos pedir algo de tomar y unas entraditas ¿no? Como que hay mucha tensión circulando —interviene Addison—. Hablen del show, háganle gracia a mi hijo, consiéntanlo sin soltar grosería o suéltense un chisme nuevo no sé.

—Yo solamente quiero mi milanesa napolitana con papas —suspiro rendida.

—Ya, ya, pero antes de cerrar —Agustin ve a Ruggero—. ¿No sentiste nada Rey? No sé, ganas de correr...

—¡Agustin!

—Ya, no hablo mas —bufa rodando sus ojos—. Sensibles.

~x~x~x~

Recargo mi espalda contra la puerta que he cerrado, aferrada al manojo las lágrimas se desbordan de mis ojos sin esfuerzo alguno como el nudo que se desata violentamente en mi garganta pero evito sollozar lo suficientemente alto como para que él no me escuche desde nuestra habitación.