Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)

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Capítulo 38: Lo que pasa en Las Vegas... ¿Realmente se queda en Las Vegas?

16 de Junio del 2025.

Ruggero P.

Observo con una media sonrisa a Karol despedirse de Enzo sacándole un par de carcajadas mientras besa su rostro y lo abraza como si fuese un peluche. Queriendo hacer tiempo con él mientras se despide de Addison.

—Hasta luego mi vida —ella besa su frente—. No veo la hora que te unas a la banda.

—Con lo rápido que va creciendo... —alarga la venezolana nostálgica.

Veo a mi hijo ampliar su sonrisa cuando Karol lo extiende a mi, lo cargo entre mis brazos dejándole el paso libre para que se adelante hasta su sleeper. Paso la mirada entre ambos sintiendo la misma nostalgia.

Hace un año me enteré de algo atroz y triste.

—Te veo sensible —señala mi ex abrazándose a sí misma.

—Adivina porque.

—Porque hace un año te dije que Enzo venia en camino —memoriza con felicidad.

—Y ahora ya está aquí con nosotros —veo a nuestro hijo con adoración.

Uno de los días más tristes pero también más felices para mi. Literalmente lloré al ver a mi pequeño hoy, ni siquiera quiero pensar en lo que seré cuando cumpla un año, esta creciendo muy rápido y yo no lo paso por alto.

Lo atraigo a mi abrazándolo contra mi pecho en que acompaño a Addison hasta la camioneta donde su chofer y seguridad la esperan, nos detenemos en la puerta para que me pueda despedir de Enzo sufriendo como si fuese la primera vez que me alejo de él, sé que lo veré en menos de dos semanas pero eso no lo hace más fácil.

—Cuando lleguen a Nevada me avisas ¿si? —pide ella mientras recibe a Enzo.

—Tu también cuando llegues a casa —asiento—. ¿Nos vemos en Italia entonces?

—Allí te esperaremos con los nonni y Leo ¿verdad pajarito?

—Los amo —me inclino a besar la frente de ambos.

—Nosotros más cielo —baja su vista hasta Enzo alzando su mano—. Vamos bebé, dile adiós a papá a ver si se anima a irse.

—Mejor váyanse ustedes primero —reímos porque soy incapaz de dejarlos atrás.

Fran nos orilla a despedirnos cuando me llama desde unos metros, ayudo a Addison subir al vehículo y cierro la puerta con el corazón agrietado cuando mi hijo comienza a llorar al ver que no me subo con ellos, por suerte el chofer arranca y no me queda de otra que ir con mi presentante.

—Tenemos que hablar —dice tan rápido estoy a su lado.

—¿Ahora qué hice?

—Subamos —lo sigo con pesar hasta el sleeper.

Subimos y si no es por Julia y Karol sentadas en el desayunador juraría que estaría en el mío lo cual no es el caso, primero pienso que nos hemos confundido porque no es la primera vez que nos extraviamos de vehículos pero cuando mi amigo me hace señas para que me una a las dos mujeres veo que esta reunión será se cuatro.

—He estado muy sumida en mi hoyo depresivo como para haber hecho algo malo —se adelanta en defenderse Karol.

—No lo vamos a regañar —aclara Julia.