¥Capitulo 46¥

808 76 67
                                    


Capítulo 46: No Me Quieras Tanto.

8 de Agosto del 2025.

Karol S.

Me remuevo bajo la suavidad de las sábanas y colchón aunque siento mi comodidad obstruida cosa que me lleva a tentar bajo de mi la almohada sobre la que estoy acostada, abro mis ojos con pesar observando como he terminado durmiendo encima de la barrera de almohadas que armé entre Ruggero y yo anoche a raíz de nuestra pequeña discusión camino al hotel.

Las hago a un lado quedándome en el mismo lugar: me acomodo en su costado dandole la espalda pero sin las ganas de sentirlo lejos aunque anoche fuese lo contrario, mis pies y piernas se rozan con las suya. Intento reencontrarme con la misma comodidad con la que desperté, quiero seguir durmiendo.

El colchón se hunde cuando Ruggero se mueve pasando su brazo sobre mi cintura abrazándome, mi espalda queda contra su pecho pero no me siento conforme...

—Deja de moverte tanto —murmura con la voz enronquecida apretando su palma contra mi abdomen para detenerme, retengo la respiración unos segundos al percatarme de como mi trasero se restregaba contra su erección matutina.

—Para que te pegas a mi entonces —contesto de la misma forma.

—Eres tu quien ha cruzado la barrera e invadido mi lado de la cama —resalta.

—Ya me voy a mi... —antes de que pueda moverme refuerza su agarre evitándolo.

—Quieta —ordena sin la intención de soltarme y enterrado su rostro en mi cuello.

—Ya me espantaste el sueño.

—Shhh.

—No me mandes a callar —finalmente abro mis ojos simplemente para girarme y encararlo.

—Es muy temprano para discutir amor, dejémoslo para más tarde.

Bufo supuestamente con fastidio mientras él solamente vuelve a enterrar su rostro en mi cuello, sus brazos me rodean y pegan a su cuerpo, siento como una de sus manos ahueca mi trasero.

Cierro mis ojos disfrutando de la agradable sensación de estar tan juntos, aspirando el rico aroma de su perfume que su piel sigue desprendiendo. Pero no siento tranquilidad en si, más bien una ansiosa tensión recorre mi sistema, sigo removiéndome con su dureza fija contra mi vientre, siento su respiración hacerse pesada contra la cueva de mi cuello.

—Karol.

—¿Qué? —mis dedos recorren su brazo.

—Si no vas a resolver el problema que estás creando deja de moverte.

—¿Quién te dijo qué no quiero resolverlo?

Saca su rostro de su escondite para darme una mirada que ha opacado la soñolienza con deseo oscurecido. Deslizo mi mano hasta su nuca al instante en que estamos a la misma altura, planto un corto beso en sus labios y después otro más y otro más largo.

Su forma de corresponderme es empujándome contra el colchón ubicándose casi encima mío mientras su boca se apropia de la mia besándome con fervorisidad, lo recibo con las mismas ganas o capaz un poco más deseosa de su cercanía. Mis manos se dan el gusto de recorrer toda la piel desnuda de sus hombros, brazos y abdomen hasta llegar más abajo, acariciándolo por encima de la tela del boxer que es lo único que lleva puesto.

Su jadeo me incita a llevar mi toqueteo más allá, filtro mi mano dentro de la prenda rodeando su erección con ella para estimularlo. La maldición que suelta y mi boca entreabierta pidiendo más de la suya le da paso a nuestras lenguas que se entrelazan entre si profundizando nuestro beso, lo siento toquetearme bajo mi camisón hasta abarcar mis pechos bajo su agarre revoloteando aún más.

Las Secuelas De Amarte (EPDA Version)Where stories live. Discover now