Capítulo 127: ¡Ge, sé razonable!

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Xie Qingcheng no esperaba que le diera una respuesta tan impactante. Durante un momento, se sintió como si hubiera sido golpeado por un trueno. La cabeza le zumbaba, como si algo se hubiera roto, las olas del mar le llegaban al corazón, haciendo que fuera imposible decir algo.

He Yu lo abrazó con tanta fuerza como si él fuera sus ojos, sus órganos, sus costillas y su vida.

Estaba extremadamente sorprendido. Un hombre que era tan tranquilo, en ese momento tenía la mente en blanco y no sabía qué hacer.

Para ser honestos, a Xie Qingcheng se le habían confesado muchas veces. Desde que era un niño, e incluso en la edad adulta no le habían faltado pretendientes, tanto masculinos como femeninos.

Sin embargo, la mayoría de esas personas simplemente se sintieron atraídas por su rostro, pensaron que era guapo, creyeron que era varonil y quisieron divertirse con él.

Los que expresaron su amor por él con tanta pasión, incluso hasta el punto de derramar lágrimas, fueron en realidad.....de hecho, sólo Li Ruoqiu.

Xie Qingcheng se casó con Li Rouqiu en ese entonces, pero fue principalmente debido a la ardua persecución de Li Ruoqiu que le habia hecho perder los estribos. En ese tiempo, su enfermedad estaba totalmente controlada por lo que no moriría antes de tiempo y podría vivir una vida normal. Así que finalmente accedió a intentar tener una relación con ella.

Por lo tanto, no era difícil ver que Xie Qingcheng era en realidad una persona que se resistía a herir los sentimientos sinceros de los demás.

En aquel entonces, no pudo decirle palabras duras a Li Ruoqiu, que lo perseguía sinceramente, e incluso no pudo rechazarla al final. Finalmente, accedió a salir con ella y luego ella lo enredó en un compromiso paso a paso hasta que se casaron.

Ahora, para He Yu, que lo abrazó y le confesó su amor de esta manera, aunque no podía adoptar la misma forma de manejarlo, tampoco podía decir nada sarcástico.

Xie Qingcheng estaba demasiado sorprendido, tan sorprendido que se quedó congelado ahí por un momento, sin saber cómo afrontarlo.

Después de un tiempo, recuperó el sentido y dijo con cierta dificultad- He Yu, tú, tú... suéltame primero.

"-Suéltame primero y hablemos, ¿de acuerdo?

¡Maldita sea, era un tono de negociación!

¡E incluso había una cierta tensión por no saber qué hacer!

En el pasado Xie Qingcheng nunca había dicho a He Yu cosas como "jódete", ni solía dirigirse a él de forma autoritaria, o de forma burlona como "puedes correrte tres veces en quince minutos". [1]

Cuando lo hizo, era porque sabía que He Yu sólo estaba jugando.

Pero ahora que sabía que lo que He Yu le decía era verdad y que estaba hablando sobre sus verdaderos sentimientos sobre él, esto hizo que, inevitablemente, Xie Qingcheng, que tenía un fuerte instinto paternal, desarrollara un fuerte sentimiento de culpa y responsabilidad, así que de pronto, ahora era muy cuidadoso al comunicarse con He Yu.

He Yu apoyó su barbilla sobre su hombro, con sus largas pestañas caídas por las lágrimas dijo- No. Xie Qingcheng, ríete de mi.

"-Debes querer burlarte de mi.

"-Vamos, ríete.

-... no puedo reírme, por favor, suéltame.

He Yu reflexionó por un momento y había una verdadera sensación de agravio en su voz- Tú, ¿podrías pedirlo amablemente?

Libro de Casos ClínicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora