Capítulo 135: No podemos rendirnos

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He Yu yacía abatido en la cama, como un joven esposo que había perdido toda la esperanza

de vivir tras fallar en cortejar a su esposa en la noche de bodas. Giró la cabeza y miró a través de la puerta entreabierta de la habitación a la bella esposa que hablaba por teléfono afuera.

Realmente odiaba a Zheng Jingfeng hasta la muerte, ¿qué maldita hora era?

¿Este idiota pensaba que el teléfono móvil de Xie Qingcheng era una línea abierta las 24 horas del día?

Finalmente había obtenido esa atmósfera con su Xie Ge desde la víspera de Año Nuevo hasta ahora, finalmente había tenido la oportunidad de hacer que los ojos melocotón de Xie Qingcheng vieran borroso y lo había medio engañado y medio persuadido para que se acostara con él.

¡Y todo se echó a perder porque este policía de mediana edad que seguramente no tiene una vida apasionada de pareja se entrometió!

¡¿No podían estos ancianos de mediana edad y con menopausia ser considerados con el joven que no había comido carne durante meses?!

Zheng Jingfeng no tenía idea de que había interrumpido la esperada noche de sexo de un estudiante universitario.

En el teléfono, lo primero que Zheng Jingfeng preguntó rápidamente fue- Xiao Xie, ¿está todo bien allá?

Xie Qingcheng preguntó- ¿qué pasa? ¿por qué lo preguntas de repente?

Zheng Jingfeng dijo solemnemente- Es bueno que estés bien. Deberías venir a mi casa, acabo de volver de la oficina de la ciudad, hay algo y creo que necesitas saberlo.

La escena estaba más o menos entrelazada con la de su sueño.

Los dedos de Xie Qingcheng se tensaban mientras sostenía el teléfono.

-¿Hay algún problema?

-No es conveniente hablarlo por teléfono, es mejor hablarlo cuando nos veamos.

Xie Qingcheng sólo quería que respondiera, pero cuando no se dio cuenta, He Yu salió de la habitación envuelto en una sábana, sólo dejando fuera su cabeza con la frente desordenada, y apoyó su barbilla en el hombro de Xie Qingcheng atrapandolo con la guardia baja, obviamente escuchó la conversación entre Xie Qingcheng y Zheng Jingfeng y dijo friamente en dirección al teléfono- Llévame contigo.

El teléfono quedó en silencio durante un momento- ...¿quién eres? ¿Xiao Yan?

He Yu levantó una ceja- ¿Quién?

Su hostilidad se intensificó mientras miraba a Xie Qingcheng y dijo con indiferencia- ¿Cuando conociste a ese niño bonito?

Xie Qingcheng apartó la cabeza- Está hablando de Chen Yan, es decir Chen Man.

-Tsk... -He Yu recordó que Chen Man no parecía ser su nombre real, sino un apodo, pero todos lo llamaban por su apodo más que por su nombre real. No podía recordar en absoluto el verdadero nombre de Chen Man.

Estaba un poco avergonzado y un poco infeliz.

Pero afortunadamente, Xie Qingcheng no se había involucrado con nadie atractivo.

Lo que no le gustaba era que Zheng Jingfeng sintiera que era normal que Xie Qingcheng estuviera con Chen Man a las cuatro y media de la mañana, parecía que había pasado antes.

El disgusto se apoderó poco a poco de la felicidad y He Yu se acercó de nuevo, con voz un poco malhumorada- Oye, tío Zheng, soy yo, ¿no me oyes? Soy He Yu.

Zheng Jingfeng reflexionó un momento antes de preguntar- ¿El joven que condujo al Sky Night Club?

He Yu no se molestó en corregir su imagen obscena en los ojos del capitán Zheng y respondió- Hm, Soy yo.

Libro de Casos ClínicosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang