Capítulo 195: Nos encontramos de nuevo   

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La aparición de He Yu sorprendió a todos.

El público, por supuesto, no necesitaba más, ¿Qué podría ser más emocionante que la resurrección de un hombre valiente que se había enfrentado al peligro él solo?

Las personas que conocían a He Yu sentían que estaban soñando, especialmente “rompesueños” que conocieron la cara de Devil, habían estado luchando contra el ingenio y el coraje de Duan Wen y recientemente este Devil les había causado grandes daños y problemas. Aunque no tenían pruebas de que Devil fuera el cómplice de Duan Wen, este hombre trabajaba para Duan Wen y había sustituido completamente las posiciones de Huang Zhilong y Lu Zhishu. No había duda de ello.

Pero ahora les decían qué Devil era el mismo He Yu que había arriesgado su vida para ayudar a la policía a resolver el caso en el pasado...

¿Cómo había podido convertirse en una persona completamente desconocida?

Por supuesto, dado que no había pruebas directas que demostraran que He Yu estuviera trabajando con Duan Wen, como el héroe “caído” de aquel día, el resucitado He Yu recibió naturalmente un apoyo extraordinario del público, así como un trato inusual.

Según él, no se convirtió en cenizas ese año, sino que cayó al mar en una ráfaga de aire y finalmente fue encontrado y rescatado por un barco australiano. La policía encontró la carne y la sangre de sus miembros cortados por objetos afilados en la explosión y los identificó como los únicos restos de su cuerpo maltrecho. Pero no fueron lesiones mortales y finalmente después de que le insertaran huesos de acero en el pie y se sometiera a una operación muy avanzada, sobrevivió sin grandes problemas de salud.

En los últimos dos o tres años, He Yu había estado viviendo en Australia, porque quería recuperarse con tranquilidad y evitar problemas, por lo que nunca dio la cara, y solo cuando recuperó sus fuerzas y el ánimo, entonces regresó.

Su retórica, sin embargo, aunque fue suficiente para convencer al público desinformado, era completamente insostenible frente a la policía.

***

Zheng Jingfeng fue el primero en llamar a Xie Qingcheng y le dijo que se asegurara de prestar atención.

—No sé qué ha pasado, pero He Yu ha cambiado ahora —Cuando Zheng Jingfeng llamó a Xie Qingcheng, le dijo— Creo que definitivamente te buscará cuando vuelva, no deberías acercarte demasiado a él, eso no te hará ningún bien.

No sólo Zheng Jingfeng, sino también los oficiales de más alto rango de la Organización Rompesueños instruyeron específicamente a Xie Qingcheng, enfatizando en que si He Yu acudía a él, no debía decirle nada sobre la Organización Rompesueños.

Pensaban demasiado.

Después de que He Yu apareciera, no le hizo a Xie Qingcheng ni siquiera una llamada, no envió ni un solo mensaje, y mucho menos acudió a él. Los demás no sabían por qué, pero Xie Qingcheng sabía muy bien en su corazón que su propia elección había roto el corazón de He Yu durante la batalla naval.

Le había roto el corazón, así que sin importar lo que hicieran los demás, o el resultado, Xie Qingcheng todavía quería ver a He Yu.

***

Esa noche, Xie Qingcheng se quedó en casa, solo y ensimismado en su teléfono móvil: en él estaba el chat con He Yu, en cuanto pulsara el botón de enviar podría ponerse en contacto con él.

Siempre había sido un hombre muy valiente y seguro de sí mismo, pero en ese momento sintió que en su cuerpo decrépito y enfermo había surgido algo similar a la “timidez”

Libro de Casos ClínicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora