LA CONVENIENCIA DE LU

Capítulo 81. Negocio De Muñecas En Auge

Chen Xiao Cai y Shen Chi estaban calculando las cuentas. Shen Chi miró el número en el libro de cuentas y no pudo evitar tener un momento de pánico.

Shen Chi, un niño pequeño que nunca había visto mucho del mundo, estaba aturdido por el número en el libro de cuentas.

Shen Chi sabía que las cosas en la tienda eran caras y tenían altas ganancias, pero no sabía exactamente qué tan alto era.

Chen Xiao Cai también estaba un poco sorprendido, pero Chen Xiao Cai tenía más experiencia en la administración de la tienda que Shen Chi y lo manejó mejor que Shen Chi.

Llegó el sonido de pasos desde el pasillo. Chen Xiao Cai miró hacia arriba y vio a Qin Yi entrando.

"Tío Qin, gracias por tu arduo trabajo hoy. Si no ayudaste a mantener el orden, me temo que cometería algunos errores", estaba muy agradecido Chen Xiao Cai.

Qin Yi sonrió y dijo: "Eso es lo menos que puedo hacer, Cai. Y por cierto, vi al dueño de la tienda falsa en nuestra tienda hoy".

La tienda falsa que mencionó Qin Yi fue Xia Haisheng, quien imitó su nombre y los echó de su tienda de alquiler. De hecho, había muchas tiendas que copiaron las cosas de Casa Comercial Sino. Sin embargo, Xia Haisheng fue el único que lo hizo de una manera tan flagrante.

Chen Xiao Cai miró a Qin Yi con sorpresa, "¿El dueño de la tienda falsa? ¿Vino a comprar muñecas?"

Había demasiados invitados en esta tienda durante el día. Chen Xiao Cai estaba abrumado por el trabajo y no prestó atención a nada más.

Qin Yi negó con la cabeza, "No lo vi comprando nada. Simplemente examinó todas las muñecas".

Chen Xiao Cai frunció el ceño y dijo: "Este bastardo debe estar albergando malos designios".

Shen Chi sonrió y dijo: "Lo más probable es que quiera robarnos ideas de nuevo". La tienda falsa vendía principalmente bolsos y abanicos. Ya era otoño, por supuesto, no harían muchas ventas en los abanicos. Ya había muchas tiendas que vendían mochilas escolares, y la calidad de las mochilas falsas de Xia Haisheng no era tan buena, por lo que sus ganancias no deberían ser muchas.

"Este negocio de muñecas no debería ser fácil de copiar", dijo Qin Yi.

Chen Xiao Cai asintió y dijo: "¡Sí! Incluso si quieren copiar, tomaría mucho tiempo. Y haremos muchas ventas durante este período de tiempo".

Xia Haisheng regresó de la tienda de Chen Xiao Cai y se escondió en su tienda, enfurruñado.

Xia Haisheng era hijo de una concubina. Su hermano mayor, el hijo legítimo, lo había eclipsado desde que era un niño. Había estado perdiendo dinero en todos sus negocios. Con el paso del tiempo, su familia empezó a perder la fe en él, decían que no tenía talento y habilidades para los negocios.

Lo que más odiaba Xia Haisheng era que no era tan bueno como su hermano mayor. A pesar de que su padre lo amaba, sabía que su padre sentía que él también era un inútil.

Xia Haisheng siempre había querido mostrarle a su padre que lo había conseguido, pero ... no había hecho nada con éxito.

La sucursal de Casa Comercial Sino de Lu Lin en Ciudad Sauce había atraído mucha atención desde el primer día. Xia Haisheng se interesó mucho en la tienda, abrió una tienda similar y fijó el precio más bajo, con la esperanza de ganar un buen dinero. Sin embargo, la realidad no era tan hermosa como pensaba Xia Haisheng.

La tienda tuvo su momento cuando abrió por primera vez, pero no ganaron mucho porque los precios de los artículos eran bajos. Más tarde, los abanicos de la tienda se volvieron imposibles de vender debido al clima. Tenía demasiadas existencias en el almacén. El alquiler de la tienda no fue barato, simplemente no terminó ganando mucho dinero.