Capítulo 18.

4.7K 294 34
                                    

Jade

Nos sentamos donde siempre y noto que Damon no deja de mirarme.

La profesora llega iniciando la clase. Pasamos las tres primeras horas llenas de tareas y cuando llega el recreo salimos rápido.

Estoy muerta de hambre y llegamos a la cafetería. Unas mesas más atrás veo a Sara que ya tiene su cabello bien y no hay rastros de golpe. Nosotros nos curamos antes por nuestra condición.

Vemos a Marie y levanto el brazo para que nos vea. Pasa por la mesa de Sara y su grupito, no le dicen nada.

—Holas, chicas.

—Hola, Marie, ¿te apetece hacer algo juntas esta tarde? — le pregunto.

—Oh, sí, Fresita. Vamos, podemos ir de compras o donde quieras — le dice Aleska, quien ya le ha puesto otro nombre. Señal de que le caes bien.

—Me parece bien, estoy de vacaciones durante una semana — responde con una sonrisa.

—¿Te apetece almorzar en mi casa? — ella asiente a mi pregunta y tengo curiosidad por saber quien es — ¿cuántos años tienes?

—En verano cumplo mis diecinueve, ¿vosotras?

—Dieciocho — respondemos Aleska y yo al mismo tiempo.

—¿Has encontrado a tu mate? — pregunto con cuidado, ya que puede ser un tema delicado para ella.

—Aún no, espero no hacerlo hasta que termine mis estudios, si lo encuentro antes podría bajar la nota al estar distraída.

—Haces bien.

Seguimos conociéndonos y hablando de cosas sin importancia hasta que suena el timbre y nos despedimos para volver a clases.

La última hora se hace eterna. Damon está en la mesa de atrás y siento como se inclina hacia mí.

—Hoy estás muy guapa, Jade.

Este idiota quiere que le partan la cara.

—Sí, lo es. Ya lo sabe, nuestro Alfa se lo dice siempre y a todas horas. Te recuerdo que será tu futura Luna y por lo tanto, tienes que dejar de acosarla ya — le responde Aleska con furia, cansada de su actitud tanto como yo.

Acaban las clases y estamos esperando a Marie en la puerta cuando veo que Damon viene hacia nosotros. Sin verlo venir, me agarra fuerte del brazo y tira hacia él.

—Cuando alguien te da un cumplido tienes que responder, zorra.

Lo miro con los ojos abiertos de par en par. Sé que Damon no es bueno, pero jamás me habló así ni me tocó. Forcejeo con él para que me suelte de una vez.

—Yo no pedí ningún cumplido tuyo, Damon, suéltame. Tengo a mi Alfa para que me llene de ellos.

—¿Sabes donde estaba tu Alfa antes de rechazarte? Estaba muy feliz con una de sus lobas.

Miente. Miente. No le hagas caso. Me aparto de su agarre y le doy una bofetada. Él tensa la mandíbula mirándome con rabia.

—Antes de hablar de mi hombre, intenta ponerte a su altura, niñato asqueroso — lo señalo y lo empujo para que se largue.

Se va cuando Alex llega a nuestro lado y le da una mirada.

—¿Estás bien, enana? — pregunta poniendo sus manos en mi rostro.

—Sí, quiero irme ya de aquí — susurro sintiendo como poco a poco me desmorono.

¿Y si Kenzo ha estado con otra desde que lo está intentando de nuevo? No... lo sabría, eso se siente.

Mi LunaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora