Capítulo 47.

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Jade

Cenamos en el auto de camino a casa y me encargo de darle al pequeño y a mi hombre.

—Gracias, está muy rico — me dice con una sonrisa.

—Me alegro que te guste, pequeño.

—Me quiero quedar contigo — susurra dejando su cabeza en mi pecho mientras me abraza.

Me quedo muy quieta sin saber que hacer o qué decir. No sé que puede pensar su padre si le digo eso. Sé que su madre no lo quiere y seguro que hoy ha dormido bien con nosotros.

—Le preguntaremos a tu papá.

Veo como Kenzo se lleva la mano a la cara pellizando el puente de su nariz y me muerdo el labio aguantando la risa.

El pequeño termina la cena al igual que Kenzo y yo me termino mis nuggets.

En la puerta de casa vemos a Zack hablando con Sinnia. Él sonríe cuando nos ve bajar con su hijo.

—Hola, cariño — lo saluda y deja un beso en su cabeza.

—Hola, papi, me quiero quedar aquí — suelta así de la nada.

Sinnia sonríe con tristeza y yo trago saliva. No sé cómo se vaya a tomar eso, no quiero que piense que quiero quedarme a su hijo o algo.

—Zack, cariño, ella no puede hacerse cargo de ti, tiene cosas que hacer y Alfa igual — le dice con mucho cuidado.

—¡No quiero ir a casa! — grita escondiendo su cara en mi cuello y lo escucho sollozar.

Siento que voy a llorar en cualquier momento yo también. Su padre me mira y siento lo cansado y triste que está. Debe ser duro para él.

—Pequeño, tu papá se va a poner muy triste si no duerme contigo. Puedes venir mañana a primera hora, te haré un desayuno muy bueno — le digo pasando mi mano por su espalda y dejando besos en su cabello.

—¿Mañana puedo venir otra vez? — me mira haciendo un puchero con sus labios.

—Claro que sí, tu papá te traerá cuando despiertes, ¿verdad? — le pregunto a Zack el mayor.

—Por supuesto — le dice con una sonrisa.

Él asiente feliz con la respuesta y me da besos en mi mejilla antes de irse con su padre.

—Estás muy callado, Alfa.

—Solo te estoy observando.

—Sé que tienes que decirme algo. Lo noto — envuelvo mis brazos en su cuello y él asiente.

Me cuenta todo lo que Zack le dijo en el despacho y siento como mi sangre se calienta y los pelos de la nuca se me erizan. ¿Cómo se atreve a pegarlo a un niño? A su hijo. La voy a matar.

—Se irá de la manada. No podrá volver a tocar a Zack — dice Kenzo sacándome de mis pensamientos impulsivos.

—No quiero que mañana siga aquí.

—Tiene que irse después del viernes. Zack se va a debilitar cuando se vaya y tiene que estar fuerte en la pelea — responde y me alza en brazos para entrar en casa.

Nos despedimos de Sinnia y nana antes de subir a la habitación.

—Voy a ducharme, ¿vienes? — me pregunta y asiento.

Nos desnudamos y él se encarga de mi antes de yo hacer lo mismo con él. Me encanta cuando me mima así.

Nos tumbamos en la cama y Kenzo acerca su boca a mi pecho.

Mi LunaWhere stories live. Discover now