Capítulo Diecinueve

35.1K 3.1K 548
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Incomodar a Lena me resulta muy divertido. No puedo evitarlo. Sé que le debe sorprender que esté hablando con ella mientras estoy duchándome, me la imagino poniendo esas muecas que siempre intenta disimular de inmediato para no saber qué es lo que está pensando. Cuando empiezo a cantar la incluyo en las canciones porque sí, soy así. Al ver que no me contesta llamo a mi amigo, para que la entretenga, porque debe estar aburriéndose.

Pero no está y es ella la que me dice que James no ha venido aún. Intenta hacerme ver que le molesta que esté hablando tal y como estoy, desnudo. Sé que le gustaría verme así, la gran mayoría de personas les gustaría estar en su situación. En lugar de disculparme, sigo con mi actitud porque si se supone que ha accedido a dejar de fingir la relación de amistad que hay entre ambos tengo que mostrarme tal y como soy.

La verdad es que su cambio de actitud ha sido algo que no me esperaba. En lugar de quejarme, me alegra. Por fin podré conocerla sin esa fachada tan estricta que es la que muestra a los demás. Me gustaría que conmigo fuese igual que con sus otros amigos del mundo de la música, que fuera tan natural sin pensar en si la prensa estará cerca o no, pero sé que por el momento no será así.

Cuando la vi por primera vez creí que sería una persona muy hermética y que nunca sabría lo que pasaba por su cabeza. No obstante, después de los encuentros que hemos tenido me resulta fácil descifrar sus emociones pese a su coraza, y eso me gusta. Es como si pudiera derretir su hielo y quiero hacerlo más, quiero conocerla al completo.

Y como seremos amigos, no hay duda de ello, voy a ser un invitado a su futuro enlace matrimonial, porque si no es así me enfadaré y mucho. Los amigos se invitan a acontecimientos así, y si invita al noruego ese del violín y a mí no, me voy a sentir dolido y traicionado. ¿Cuántas personas pueden decir que van a estar invitados en un acontecimiento así de una futura reina? Muy pocas. Seré afortunado. Y si me siento generoso, que es más que probable si me invita, tocaré de forma altruista. Si es que soy puro amor, Lena se dará cuenta de eso.

—¿Tardarás mucho?

—James, ¿quieres unirte a mí? —bromeo y saco el brazo para mojarle de forma ligera.

—Contesta a la pregunta.

—No lo sé, aún ni me he lavado la cabeza —admito—. Estaba distraído haciendo otras cosas... —Dejo un silencio para hacer que su mente mal piense un poco, aunque no lo hará, me conoce—. Cantando y bailando.

—Tu táctica no ha funcionado, sé lo que hacías —lo escucho reír y hago lo mismo—. Hacer esperar a una princesa no es correcto.

—Ya la he avisado, no tiene que sentirse ofendida o algo parecido.

—Date prisa —apremia—. No solo vamos a ir a cenar con Lena, van a ir los otros dos príncipes.

—¿Ya la llamas por su nombre?

La soledad de la coronaWhere stories live. Discover now