Capítulo Veintinueve

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¿No me ibas a decir que ibas a venir?

Te he mandado pistas.
Eres tú la que no las has visto.

Sebastian, ¿de qué hablas?

He estado subiendo cosas a las redes...
Has tardado mucho, princesa.
Empezaba a preocuparme.
Creía que me ignorabas.
He sufrido mucho.


Me río porque sé que Lena no debe estar entendiendo mi actitud. Estoy exagerando, pero me gusta hacerlo para dramatizar un poco. James me observa, noto su mirada pendiente de mí y no sé qué quiere.

—Estoy hablando con Lena —le digo sin apartar la vista del teléfono, esperando que una respuesta de la princesa.

—¿No? ¿En serio? —Alzo la vista sorprendido—. No me mires así, Sebastian. Acabas de decir una obviedad.

—No te pega la ironía, James. —Me paso la mano por el pelo—. En realidad, sí. Pero no la uses conmigo. Me siento atacado.

—Déjate de tonterías. ¿A dónde vamos? ¿Ya hay plan?

—Tantas prisas no son buenas, amigo mío.

—¿Te das cuenta de que empieza a haber fans pendientes de nosotros? —lo menciona con tanta tranquilidad que parece que solo sean unos pocos.

No es así. En lugar de perder la calma, que no es algo que me caracterice, sonrío en su dirección al ver que me están sacando una fotografía. Miro a mi equipo de seguridad, que están analizando la situación. No quiero montar un escándalo o que las autoridades tengan que intervenir para ponerme en un lugar a salvo. Así que antes de que empiece a llegar más gente, me acerco al grupo de fans. Sé que si les hago caso, van a dejar de publicar, al menos por el momento, que estoy aquí y podré irme sin ningún problema. Además, soy consciente de que es la primera vez que estoy en Suecia, es normal que mis fans quieran hacerse fotografías o hablar.

—Hola —saludo con una de mis mejores sonrisas—. ¿Cómo estáis? ¿Bien? Yo me muero de frío.

He hablado en mi idioma, aunque no sé si van a entenderme, pero la mayoría me responden sin ningún tipo de problema. Eso me hace pensar, ¿si no fuese mi idioma nativo lo sabría hablar? Probablemente no, es más, ni siquiera me hubiera planteado aprenderlo. Si ni me había esforzado por aprender el idioma de mi abuelo, solo sabía palabras sueltas.

Pierdo la cuenta de las fotografías que me hago y de las mismas respuestas que doy. La mayoría están muy contentas, porque son todo chicas, de que vaya a actuar en ese festival suyo. Eso sí, en ningún momento me preguntan sobre la relación que tenemos Lena y yo, al contrario que han hecho en otros países. Solo sale el nombre de la princesa para mencionar lo felices que están de que me haya convencido para venir.

La soledad de la coronaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora