Capítulo Sesenta y Seis

23.7K 2.4K 233
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Pocas veces he visto a James mirarme fijamente sin decir nada, parpadea de forma repetida y parece que está procesando lo que acaba de escuchar. Sí, se hacía una idea de lo que podía ser, pero sé que le ha sorprendido que lo haya admitido con tanta facilidad, por norma tiene que insistir más hasta que me canso de negar lo evidente. Además, nunca he sido de verbalizar lo que siento en voz alta, mi manera de expresarlo es con la música, siempre ha sido mi vía de escape, mi forma de poner nombre a mis sentimientos y sacarlos de mí. De esa forma es como habían salido más de la mitad de mis canciones, la mayor parte de mis éxitos.

Sin embargo, ahora acabo de decir que quiero a Lena, que estoy enamorado de ella y que no tengo dudas con respecto a eso.

—Guau... —dice y se frota la frente con la mano izquierda en un gesto nervioso—. Me acabas de dejar sin palabras.

—Eso no ocurre muchas veces, ¿no? —bromeo para quitarle importancia, para mí no la tiene—. Mi mejor amigo siempre sabe lo que decir en todo momento y más conociéndome como lo hace.

—Y que estés tan tranquilo, como si nada, me hace darme cuenta de que has tenido el suficiente tiempo para pensarlo, que estás completamente seguro. —Traga saliva y vuelve a mirarme—. Estoy... No sé cómo estoy.

—Claro, es mi novia, ¿por qué no debería estarlo?

—Sebastian, estás enamorado de ella —remarca como si no hubiese sido consciente de lo que había dicho—. Enamorado de Lena.

—Sí —repito—. James, que no es para tanto. —Vuelvo a hacer un comentario jocoso y sonrío al mirarlo, está exagerando.

—Cuando te lo he preguntado creía que solo me dirías sí, no que lo añadirías. Es tan raro escuchar eso de ti...

—Las cosas cambian, ¿no?

—Lo estoy viendo —susurra y sin previo aviso, me abraza—. Estoy muy orgulloso de ti.

—Sé que lo estás, que siempre lo has estado, pero ¿por qué me abrazas? —comento mientras me río.

—Porque por fin estás dejando que más gente vea cómo eres, no solo tu círculo más cercano —comenta—. No obstante...

—Ya tardabas en poner una pega.

—Sí, es que te conozco y sé que te lo he dicho muchas veces, pero no te precipites —murmura—. Que tú ya tengas claro que la quieres y que estás enamorado, pero quizá ella no. Si se lo dices puede que se sienta presionada o se agobie.

Tiene razón, aunque ya lo sabía, no tenía pensando decírselo a Lena en un futuro cercano, sé las dudas que ha tenido con respecto a nuestra relación y a lo cuidadosa que es de que nadie lo sepa. No es el momento, pero espero que sea lo más pronto que tarde.

La soledad de la coronaWhere stories live. Discover now