Capitulo 8

503 77 22
                                    

Mis padres se fueron por la mañana.

En la casa ahora solo estaba el perro de mi abuela, su criada, ella y yo.

- Elisa, ven - Me pidió amablemente - Hoy te enseñare un poco sobre el piano, escuche que quieres ser pianista y yo te ayudare un poco- Me sonrió.
- Gracias abuela.
- Sientate, te enseñaré las notas.
- Ya sé las notas, sé la teoría de todo, pero no tengo nada de practica - Dije sentandome.
- Entonces haras este ejercicio.

Mi abuela me enseño ejercicios para coordinar ambas manos, primero tocando la misma nota y después diferentes. Era un poco complicado ya que nunca había tocado un piano real.

- Elisa, tienes los dedos de pianista, solo falta que coordines las manos y cuando lo hagas entonces te enseñare más cosas - Dijo y se retiro.

Practique y practique, pero no podía cordinarme.

-¡Qué difícil!- Exclamé.

Había leído que en su infancia Ludwig sufría de maltrato por parte de su padre el cual a veces llegaba ebrio y lo levantada en la noche para que tocará el piano frente a sus amigos y así entretenerlos, si Ludwig se negaba, seguro su padre lo golpearía. Él lo forzó a practicar día y noche ya que por esos tiempos Mozart daba giras con sus padres, era algo nuevo en ese entonces ver a un niño pianista.

Eso me dejo una lección, debía practicar cuantas veces fueran aunque me sangren los dedos después del intento. Sin duda la base del éxito es el esfuerzo, así como le ocurrió a Ludwig.

Mi mente estaba anciosa por tocar una bella sonata de Beethoven, pero mis dedos seguían sin funcionar como yo queria. A veces tocaba bien las teclas y otras veces me confundía,  me sentía derrotada.

- Esto es imposible- Dije en voz baja.
- Nada es imposible- Respondió mi abuela.

Comencé a tocar poniendo toda mi mente en la musica y al final logre dominar el ejercicio que mi abuela me había puesto.

- Eres fantástica, aprendes rápido- Sonrió- Ven, vamos a comer algo.

Durante la comida sólo pensaba cuanto tiempo tardaría en tocar mis canciones favoritas ¿un mes? ¿un año? No sé, pero no puedo rendirme.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now