Capítulo 46

199 34 22
                                    

Erick me invitó a un restaurante a cenar así que me puse un lindo vestido y me arregle para la ocasión.

- Elisa, que bonita te ves hoy- Dijo mi abuela.
- Gracias abuela, me siento bonita.
- Ese chico es tan bueno contigo, como me alegra que te hayas encontrado a un novio así.
- Sí, que bien- Sonreí falsamente.

Al llegar al restaurante note que Erick ya me estaba esperando. Era un lugar muy bonito, cada detalle estaba cuidado.

- Que hermosa te ves, Elisa- Erick beso mis labios.
- Disculpa la tardanza, amor- Dije.
- No te preocupes, entiendo, las mujeres siempre tardan horas arreglandose, pero a ti no te hace falta créeme que así eres hermosa- Beso mi mano y me miró a los ojos.
- Siempre eres tan lindo conmigo, a veces no sé qué hacer para agradecertelo.
- Hoy hay una cosa que puedes hacer por mi, querida- Sonrió.
- ¿Qué cosa es?- Pregunté curiosa.

Los meseros trajeron velas y champagne a la mesa.

- ¿A qué se debe todo esto, Erick?
- Hoy quiero preguntarte algo y tu respuesta cambiará nuestras vidas para siempre.

Él se levantó de la mesa y se colocó junto a mí arrodillándose.

- Elisa ¿Quieres ser mi esposa?- Pregunto con una sonrisa y mi mundo se paralizó.

Me sentía confundida, no podía decirle que no, él había sido muy lindo conmigo, él me había ayudado siempre, no podía, simplemente no sería justo. Sin embargo tampoco quería decir que sí, no lo amaba, no es el amor de mi vida.

- Sí quiero, te amo Erick- Respondí sonriendo.
- Sabía que dirías que sí- Dijo mientras me colocaba mi anillo.

Fue entonces cuando todos a nuestro alrededor nos aplaudieron y comenzó a sonar "Stand by me", una de mis canciones favoritas.

- Quiero que bailemos esa canción en nuestra boda- Confesó Erick.
- Es preciosa, claro que lo haremos- Le dije mientras nos abrazabamos.
- Bien, prometida mía es hora de comer, ordena lo que quieras- Me dio la carta.

Al comer solo pensaba en lo mal que había estado el haber dicho que si a su propuesta. Se supone que el día que tu novio te propone matrimonio es uno de los días más felices, sin embargo yo no me sentía así. Esto era terrible.

Al terminar de cenar decidí irme a casa.

- Quería que fuéramos a un lugar de fuegos artificiales- Dijo Erick.
- Lo sé, pero debo volver temprano a casa, sabes que mi abuela es muy exigente.
- Es verdad, entonces te devolveré a casa para que no se enoje conmigo- Reímos.
- Volveré a casa sola, traje el auto.
- Déjame que te lleve- Insistió.
- No, sabes que a mi abuela no le gusta que estemos solos en un auto, es una mujer a la antigua.
- Está bien, pero avísame cuando llegues- Me beso apasionadamente.
- Te amo, Erick- Mentí.
- Yo te amo más.

Subí al auto y comencé a conducir, me sentía tan vacía, tan triste.

Me dirigi al cementerio para visitar la lápida de mi padre.

- Papá, sé que no he dejado de decepcionarte- Dije mientras lloraba- No he hecho nada bien, me haces tanta falta, tú sabrías que decirme en estos momentos, es más creo que si estuvieras aquí nunca habría aceptado ser su novia ya que sabes que no lo amo, es un buen hombre pero no nace de mi ese sentimiento de amor.
- Hija- Escuché una voz- Hija.
- ¿Papá?- Pregunté asustada.
- Sí, pequeña- Respondió.
- Tenía años que no escuchaba tu voz, papá.
- Tenía años que no me visitabas, preciosa.
- Perdóname, la abuela me ha estado vigilando día y noche en todos estos años, había dejado de escucharte- Dije.
- Cuánta falta te he hecho, lamento haberme ido tan pronto.
- Ojalá nunca te hubieras ido, ojalá estuvieras a mi lado.
- Te ves tan hermosa hoy, haz crecido tanto, pareciera que fue ayer cuando tenías 12 años, cada día te pareces más a tu madre.
- Lo sé, mi abuela me lo dice mucho.
- ¿Y ese cabello de colores?- Preguntó.
- Es algo atrevido ¿Verdad? Pero me encanta.
- Como sea te vez bonita, pero no me gusta sentir que estás triste.
- ¿Que puedo hacer?- Pregunté.
- Aún tienes tiempo para arreglarlo, él no es el hombre de tu vida y tú lo sabes, no sientes nada por él y si te casas serás infeliz el resto de tu vida.
- He intentado enamorarme de él ¿Debería hacerlo una vez más?
- No, eso es algo que nace, no algo que puedas causar tú a la fuerza.
- Es que tampoco puedo decirle que no, él ha sido tan bueno conmigo.
- Sé todo lo que ha hecho por ti, pero ¿Quieres pasar el resto de tu vida preguntándote que se siente amar?

Sus palabras me dejaron pensando.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now