Mi pequeña Elizabeth tenía ya 12 años y quería saber la verdad sobre su madre así que decidí llevarla a los lugares donde me enamoré de ella.
— ¿Estas lista? — Pregunte.
— Si, necesito conocer como era mi madre, estoy nerviosa no te mentiré, pero necesito saber la verdad— Respondió.
— Antes asegúrame que esto no cambiara tu relación con Isabel, ella te ha cuidado muy bien todo este tiempo, ha sido tu mamá y una muy buena.
— No te preocupes papá, Isabel es mi mamá y esto no cambiará nada.
Fuimos en mi auto hasta la antigua tienda de música donde conocí por primera vez a Elisa.
— ¿Ves este pequeño edificio? — Pregunté.
— Sí— Respondió
— Aquí es donde comenzó nuestra historia.
— Pero papá esta es una de tus pastelerías ¿Cómo conociste a mi mamá aquí? — Pregunto curiosa.
— Antes era una tienda de música, vendían discos e instrumentos musicales. Tu madre tenía tu edad y había venido para mirar los pianos porque ella amaba la música clásica desde pequeña.
— ¿Aquí se hicieron novios?
— No, ni siquiera hablamos la primera vez, yo únicamente estaba comprando un disco y tu madre se me quedo viendo por algún tiempo, fue muy extraño e incómodo, tu madre salió corriendo de la tienda.
— ¡Qué vergüenza! — Exclamo Elizabeth.
— Bien ahora vamos a el lugar donde la conocí.
Durante el trayecto le conté a Elizabeth como Elisa se mudó de cuidad, como su vida cambio por una salida familiar en la que su padre perdió la vida.
— ¡Hemos llegado! Aquí fue donde tu tía Rebeca y yo pasamos nuestra infancia y crecimos. Mi papá le dejo esta casa a mi madre y aquí fue donde ella nos crio. Un dia Rebeca dijo que iba a traer a una amiga a la casa para jugar y ¿Qué crees? — Pregunte.
— ¿Qué? — Pregunto mi hija.
— Era Elisa, ella al verme se sorprendió tanto que tiro su vaso de agua sobre la mesa, fue un desastre debo admitirlo.
— ¡Qué vergüenza!
— Ella solo estaba nerviosa porque ¿Quién no lo estaría teniendo al joven y guapo Ryan? — Pregunte.
— Tienes toda la razón papá, por eso soy tan bonita como tú— Aseguró Elizabeth.
— Asi es princesa aunque yo diría que es mas gracias a tu madre, te pareces tanto a ella— Suspiré recordando a mi eterna amada.
— ¿La extrañas aunque ya paso tanto tiempo? — Preguntó confundida.
— A mis ojos solo han pasado unos días, mi princesa. Ya es hora de que vayamos al siguiente lugar.
Seguimos con nuestro trayecto, nos dirigíamos a aquel parque donde comenzamos a platicar.
— Aquí tu madre y yo solíamos tener buenas charlas, ella era muy madura a pesar de su corta edad en ese entonces, eso me atrajo mucho de Elisa aunque en ese momento yo solo la veía como una amiga.
— ¿En serio? Ojala algún día pueda ser como ella— Respondió mi hija.
— Estoy seguro de que así será, mi pequeña.
— Espero que sí— Sonrió.
— Vayamos al siguiente lugar.
Continuamos nuestro viaje en el tiempo y nos dirigimos al auditorio donde Elisa concurso por primera vez.
— Aquí tu madre concurso contra muchos jóvenes músicos y aunque no califico en ningún lugar, déjame decirte que lo hizo increíble, ella solo llevaba unos meses tocando el piano y los demás desde pequeños, su abuela se enojó mucho por eso, sin embargo, lo hizo muy bien— Dije orgulloso.
— Seguramente fue muy triste para ella no haber calificado— Respondió.
— Lo fue, pero ella nunca se rindió, siguió practicando y practicando, ella es mi héroe, ella es mi mayor ejemplo de que si quieres algo y perseveras entonces seguro lo conseguirás.
— Mamá era increíble— Elizabeth sonrió.
— Lo era, lo era, después de ese dia tu madre y yo fuimos a su antigua casa en la ciudad vecina, pero aun no iremos para alla, descansaremos un poco hoy y continuaremos mañana ¿Te parece bien? — Pregunte.
— Me parece bien, papá.
Por ultimo nos dirigimos al aeropuerto.
— Aquí me despedí de tu madre cuando tuve que ir a cuidar a mi abuela a Alemania, ella estaba muy triste y más aún porque había iniciado una relación con alguien que ella detestaba, la deje de ver por muchos años.
— ¿No sabias que le gustabas? — Pregunto Elizabeth.
— Sí, ella me lo confeso antes, sin embargo yo era un tonto y no la correspondí.
Mi eterna amada Elisa, hoy me arrepiento de no haber estado desde antes contigo, tu valías mas que todas las personas que me rodeaban.
Después de visitar el aeropuerto mi hija y yo fuimos a cenar y a descansar.
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La que sueña con Beethoven
Teen FictionEsta es la historia de Elisa, una chica que sueña con tocar el piano y que habla con Ludwing Van Beethoven, quien lleva más de dos siglos muerto. La música clásica es su pasión, pero hay varios obstáculos para ella. Tras la muerte de su padre y el a...