La que sueña con Beethoven

Capítulo 71

- Tú eres mi bebé- Dijo mi mamá con lágrimas en los ojos- Mi pequeño Miguel... No puedo creer que después de tanto tiempo pueda volver a verte, no sabes cuánto me dolió el perderte, no lo puedes ni imaginar- Mi madre lo abrazo fuertemente mientras lloraba amargamente- Si hubieras estado conmigo todo este tiempo, todo sería tan diferente ¡Te habría cuidado con todo lo que soy! ¡Habría hecho lo que sea por ti!
- Puedes hacer algo por mí, mamá- Dijo Efraín.
- ¿Qué puedo hacer por ti, mi niño?- Mi madre lo miro a los ojos mientras sujetaba su rostro.
- Sé buena con Elisa, mamá, ella es la hija que siempre viste, la que siempre tuviste en tu hogar ¿Como puedes decir que habrías hecho lo que sea por mi, si nunca quisiste a la hija que estuvo a tu lado siempre?- Preguntó y mi madre lloró aún más.
- Es que me hiciste tanta falta, al perderte y saber que estaba embarazada de nuevo, me sentí tan mal, tan vulnerable. Estaba enojada por lo que había pasado y por eso descargue mi enojo con Elisa, además, tu padre siempre veía por ella, ya no había detalles para mí... Eso me dolía demasiado- Confesó.
- Mamá, es obvio, era su hija, su niñita, tenía que ver por ella y consentirla ¿No crees? ¿No es ese el sacrificio que hacen todos los padres por sus hijos?- Preguntó Efraín.
- No estaba lista para eso, pase de tener una vida de ensueño para llevar una vida humilde, con limitaciones y sufrimiento ¿No puedes entender eso?
- Realmente no, porque aún en esas circunstancias y otras aún más difíciles, todas las mamás cuidan y quieren a sus hijos. No hay una excusa mamá, no la hay- Explicó Efraín.

Mi mamá se tiró al piso y aún llorando abrazo las piernas de Efraín. Parecía una niña, nunca la había visto así.
Después de tranquilizarse me miró y de rodillas de arrastró hacia mí e hizo lo mismo, abrazo mis piernas y con voz temblorosa comenzó a decir:

- Hija... Pequeña Elisa, perdóname, te pido sinceras disculpas por todo lo que hice. No fui una buena madre para ti, lo sabes bien. Estoy convencida de que soy la peor de las madres, pero... No quiero que siga siendo así, quiero hacer lo que toda madre hace con sus hijas, ir de compras, ir a tus conciertos, apoyarte en todo. No puedo creer que he desperdiciado tanto tiempo de mi vida haciéndote la vida imposible, no sé si puedas perdonarme, pero lo que sí sé es que tú corazón es tan grande y puro, quizás puedas quererme un poco. Perdóname hija, perdóname Elisa- Dijo temblando y mirándome a los ojos.

Mi corazón se rompió, por fin mi madre estaba arrepentida.

No sabía que decir, solo me eché a llorar y me agache para abrazarla.

- Te amo mamá, pensé que este día nunca llegaría- Dije y un gran peso se quitó de encima.

Después de varios minutos sin hablar, Efraín preguntó a mi madre:

- ¿Qué pasó con Ryan?