Capítulo 84

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- ¿Vamos a cenar?- Pregunto Ryan.
- Mejor cenemos aquí en casa para avisar a mi familia sobre nuestros planes- Sugerí.
- Me parece bien, mi hermosa Elisa.

Al llegar la hora de la cena, me presenté junto con Ryan al gran comedor.

- ¡Hermano!- Dijo Rebeca emocionada.
- ¡Beca!- Corrió a abrazar a Rebeca.
- No sabía que estabas aquí Ryan, te he extrañado mucho hermano.
- Yo tampoco sabía que estabas aquí- Confesó Ryan.
- Es que estoy viviendo aquí- Respondió.
- ¿Cómo estás? Cuñado- Lo abrazo Efraín.
- Tanto tiempo sin verlos- Dijo Ryan emocionado.
- Tu sobrina te ha extrañado mucho, hermano.

Me alegraba tanto ver a Ryan feliz junto con su hermana y su sobrina. Era una escena de felicidad, sin embargo Isabel no se veía tan contenta.

Al sentarnos mi abuela preguntó:

- ¿No que ya no estabas con Ryan?
- Seguimos juntos, abuela- Respondí.
- Yo pensé que te había sido infiel, Elisa- Dijo mi mamá.
- Yo también pensaba eso- Dijo Isabel.
- Fue un mal entendido, Elisa y yo lo hemos aclarado y estamos felices de estar juntos- Se defendió Ryan.
- Que bueno que están juntos hermanito, Elisa te extrañaba mucho y estaba muy triste, que bueno que arreglaron ese mal entendido- Rebeca nos apoyó.
- Sí, lo importante es que ya solucionaron aquel asunto- Dijo Efraín.
- Por cierto, quería decirles que queremos casarnos después de que nazca la pequeña Elizabeth- Anuncié.
- ¡Qué emocionante!- Grito Rebeca.
- ¿Tan pronto?- Preguntó mi mamá.
- Yo pensaba que se casarían antes de que naciera la bebé- Respondió mi abuela.
- Yo pensé que no se iban a casar- Dijo Isabel.
- Yo quiero apoyar en la boda- Respondió Efraín.
- Quizás esperemos tres meses después de que nazca Elizabeth, será una boda maravillosa, espero que todos estén emocionados- Sonreí.
- Tu abuela y yo te apoyaremos- Respondió mi mamá.
- Yo también te apoyo Elisa, felicidades- Sonrió Isabel- Es solo que pensé que ya no seguirías con Ryan después de lo que pasó.
- Fue un mal entendido amiga, así que no veo porque no seguir con nuestra relación, ambos nos amamos locamente y queremos estar juntos- Dije.
- Así es, Elisa es la mujer de mi vida y quiero estar con ella para siempre- Ryan beso mi mano.

Después de cenar subimos a mi habitación y nos acostamos juntos.

- Amo estar así de cerca de ti, te he extrañado demasiado- Confesé.
- Ya falta menos para que estemos juntos Elisa- Dijo Ryan.
- ¿Cuando te irás?- Pregunté.
- Mañana por la mañana Elisa, pero volveré dentro de poco, realmente ya tengo ganas de estar contigo- Me besó.
- Yo también, cuando por fin estemos juntos nunca nos separaremos jamás, seremos felices junto con nuestra pequeña Elizabeth- Respondí.
- Claro que sí, seremos la familia más feliz del mundo mi amada Elisa.

Dormir junto a la persona que amas es lo mejor del mundo. Sentir su piel, sentir su calor y sus brazos... Es simplemente perfecto.

Al amanecer me desperté al no sentir a Ryan junto a mí. Justo después de preguntarme donde estaba, él abrió la puerta, traía en sus manos una bandeja con un desayuno que se veía exquisito.

- ¡Mi amor!- Sonreí emocionada.
- Quería hacer esto desde hace mucho, preciosa- Confesó.
- Se ve delicioso- Dije.
- No más que tú- Respondió y me beso apasionadamente.

Extrañaba tanto sus besos y caricias, ese hombre me volvía loca, me tenía a sus pies. Era hermoso estar a su lado, era fantástica aquella sensación.

La despedida fue dura, ninguno de los dos quería separarse, sin embargo era necesario.

- Te prometo que después estaremos juntos siempre- Dijo besando mi mano.
- No te preocupes por dejarme sola Ryan, es necesario para que cumplas tu sueño, ese es mi más grande deseo- Sonreí.

"En el faro de tu amor, en el regazo de tu piel
me dejo llevar al sol.
Es que no hay nadie como tú
que me haga sentir sentir así, en un arrullo de estrellas

Te lo digo desde el alma y con el corazón abierto
en un páramo de luz, despojados del dolor
nos volvemos a encontrar.

Al final del infinito, entre ríos púrpura
a la fuente regresar.

En el faro de tu amor, en el regazo de tu piel
me dejo llevar al sol
al final del infinito, entre ríos púrpura
nos volvemos a encontrar.

Eres mi amor eterno
mi ángel de la guarda
te lo digo desde al alma, con el corazón abierto.

Entre tus alas dormí
y en tu mirada compasiva crecí
siempre confiaste en todo lo que soñé
me cuidaste y me guiaste hasta aquí.

Te lo digo desde el alma, con el corazón abierto
eres mi amor amor eterno
mi ángel de la guarda.
Te lo digo desde el alma, con el corazón abierto
eres mi amor amor eterno
mi ángel de la guarda.
Te lo dijo desde alma"

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now