Capitulo 20

347 47 9
                                    

Esa primera clase de piano cambio mi vida para siempre.

Al salir de la escuela de piano me dirigí al cementerio para saludar a mi padre. Me arrodille frente a su tumba y me eché a llorar.

- Papá, te extraño demasiado ¿Como se supone que una niña como yo viva sin su padre? Eras el mejor, el mejor. Sé que ahora estoy dando pasos para cumplir con mis sueños, pero yo quería recorrer este camino a tu lado, agarrados de la mano- Me seque las lágrimas- Papá te prometo que todo lo que haga será por ti, tú serás mi motivación. Este trayecto ha sido muy difícil sin ti y sin mi madre, sin embargo sé que puedo hacerlo- Dije.

- Yo sé que tú puedes lograrlo Elisa, creo en ti. Demuestrame que naciste para brillar como una estrella, te amo hija- Mi padre me abrazó.
- Sería más fácil si estuvieras a mi lado- Lo abrace muy fuerte aunque se sentía helado.
- Me encantaría estar a tu lado, sin embargo puedes demostrarle al mundo que aún con obstáculos tú puedes lograr tus más grandes sueños. Perdoname hija por no darte la vida que merecías.
- No tengo nada que perdonarte, tu siempre fuiste el mejor. Me diste todo lo que pudiste, incluso me compraste discos de música clásica a escondidas de mi madre.
- Te amo hija, ve a cumplir tus sueños.
- Te amo papá, lo haré para que estés orgulloso de mí.

Abrí los ojos y me encontraba abrazada de la lápida de mi padre. Comencé a llorar de nuevo, sin embargo me sentía aliviada por haberlo visto aunque sea en mi imaginación.

Al salir del cementerio me di cuenta de que ya había anochecido así que sentí un poco de miedo ya que la ciudad no era segura de noche. Comencé a caminar rápidamente.

A lo lejos alcance a ver a Ryan quién estaba con una chica muy linda de piel morena y cabello castaño. Ella le había dado una paleta en forma de corazón e intentaba besarlo pero él no dejaba que lo hiciera. Al pasar junto a ellos él me miro.

- ¿Sabes qué hora es? No es hora para que una niña como tú ande por la calle tan tranquila. Te llevaré a tu casa- Me tomo de la mano y comenzó a caminar- Nos vemos Natalia- Se despidió de aquella chica.

Sentí mil emociones dentro de mi. Yo de la mano de Ryan ¿Como pasó esto?

- ¿Quieres un dulce nena?- Me pregunto y me dio la paleta que Natalia le había regalado.

En unas cuadras más soltó mi mano.

- Te debo una, niña.

Se retiró.

Lo miré mientras se iba y después observé la paleta que me había regalado, está tenía un pequeño llavero en forma de panda. Después me fui a mi casa la cual ya no quedaba demasiado lejos.

Al entrar mi abuela me regaño por haber llegado tarde.

La que sueña con BeethovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora