La que sueña con Beethoven

Capítulo 48

Maneje sin rumbo fijo hasta que se me ocurrió viajar a mi antigua casa, necesitaba estar ahí para aclarar mis sentimientos, más bien, para no recordar esos hermosos ojos azules.

¡No puede ser! Él estaba a unos pasos de mí y no pude decirle nada. Esos ojos azules me intimidaron junto con ese cabello negro y esos labios carnosos.

Mi teléfono me saco de mis pensamientos, Erick me estaba llamando.

- Hola- Contesté.
- Hola, princesa ¿Donde estas? No veo tu carro.
- He olvidado decirte...
- ¿Qué pasó?- Preguntó.
- He tenido una emergencia familiar, una tía ha enfermado y tengo que ir a cuidarla unos días así que estaré ausente, espero que puedas cubrir mis clases- Mentí.
- No te preocupes cariño, espero que tu tía mejore pronto, me alegra que su relación este mejorando.
- Sí, claro, todo está mejorando- Mentí.
- Está bien amor, te extrañare demasiado, cuídate mucho- Dijo.
- Te amo, adios- Colgué.

Me sentía mal por mentirle, pero realmente necesitaba unos días sin verle.

Al llegar a mi casa note que se miraba más deteriorada que antes, tenía 6 años que no la visitaba. Al entrar miles de recuerdos inundaron mi mente.

- ¡Elisa!- Ryan me detuvo al intentar besarlo.
- ¿Qué?
- No, no puedo besarte.
- ¿Por qué no? ¿No te gusto?- Pregunté pero no obtuve una respuesta- Tu me dijiste hace días que te gustaba una niña de mi edad ¿No soy yo?
- No- Dijo en voz baja y yo me soltee de su abrazo.

Que ingenua fui.

Entre a mi recámara y me recosté.

- El colchón es tan incómodo como recordaba... ojalá pudiera retroceder el tiempo- Dije mientras cerraba los ojos.

- Elisa, tienes que levantarte ya, hoy vamos a ir a ver a la abuela- Dijo mi mamá al entrar a mi cuarto.
- Tengo mucho sueño- Me quejé.
- Ese no es mi problema, tu decidiste desvelarte mirando la televisión con tu padre.
- Estábamos mirando un concierto de Queen, no podía perdermelo por nada- Me defendí.
- Es cierto, sería un pecado perderse ese concierto- Mi papá entró a la habitación.
- Ese concierto lo han visto miles de veces- Dijo mi mamá.
- 9 veces- Respondí.
- ¿Solo 9?- Pregunto mi padre- Tenemos que verlo una décima vez cuando regresemos de casa de la abuela.
- ¡Sí!- Grite de emoción- ¿Lo verás con nosotros mamá? Es la décima vez será muy especial.
- Está bien, lo veré con ustedes- Acepto.
- ¡Si!- Exclamamos mi papá y yo.

No pude volver a ver ese concierto una décima vez.

Me levanté de la cama y me dirigí a la sala de estar, todo estaba igual así que decidí encender la televisión y el viejo DVD. Fue entonces cuando comencé a ver el legendario concierto de Queen "Live AID"
Me emocioné mucho cuando comenzó "Bohemian Rhapsody" comencé a cantarla y sentí a mi padre junto a mí cantando conmigo como el día antes de irnos.

Mi padre y yo siempre fuimos mejores amigos, él siempre me consentía y me defendía de mi madre. Era el mejor.

- Como quisiera tenerte conmigo, papá.

Me dirigí a la recámara de mis padres, estaba tal y como la recordaba. Me pare frente al gran espejo de mi madre, era ahí donde ella pasaba horas arreglandose para verse más bonita de lo que ya era.

- Creo que es cierto, me parezco más a mi madre- Dije en voz alta
- ¿Quién eres tú?- Escuché una voz.
- Elisa- Respondí.
- Esa no eres tú.

Quizás.

Del armario de mi madre saque una pijama y me la puse. Me sentía cómoda "como en casa" así que me recosté en el sillón a mirar videos musicales que solía ver con mi padre.

Era tan feliz antes y no lo sabía, no pensaba en ello. Si pudiera regresar el tiempo desearía haber pasado más tiempo con mis padres.