Epílogo

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Al cerrar los ojos me pregunté si aquella pequeña niña que soñaba con Beethoven habría estado orgullosa de la vida que viví. Al perder a mi padre las cosas cambiaron para mí, sin embargo seguí luchando por cumplir mi sueño pese a todas las adversidades. Ludwig siempre fue un gran amigo para mí, como espero que sea para mi hija a quien no llegue a conocer.
Sí, mi vida no fue perfecta ni nada parecido pero amé y nunca guardé rencor ¿Qué no es eso la felicidad?

Ama y vive.

La que sueña con BeethovenWhere stories live. Discover now